Ya hay robots novios, cirujanos, meseros, policías, militares, obreros, ¿qué les impide casarse?

La decisión de una artista española y de un australiano de ser los primeros en casarse con robots humanoides genera controversia y preocupación.

Los robots ganan espacio en forma acelerada en roles privativos a humanos, como en la policía tailandesa, en la institución matrimonial, la artista española que quiere ser la primera mujer en casarse con un avatar implantado con IA, o el cirujano que Elon Musk vaticina en los quirófanos dentro de cinco años, la abogada neuquina autodenominada robot luego de implantarse un microchip y las máquinas que adquieren formas humanas y alternan en la vida cotidiana con seres de carne y hueso.


Asimismo, existen otros tipos de robots como los industriales, militares, médicos, de servicio, de entretenimiento y espaciales, que no necesariamente tienen forma de personas.


Y hay algunos fabricados especialmente para realizar trabajos peligrosos, como desactivar bombas, los que requieran mucha fuerza, como la minería, o llegar a lugares donde los humanos no pueden sobrevivir, como bajo ciertas profundidades del mar o el espacio exterior.


Policías y mozos


Durante las celebraciones del festival Songkran, en la provincia de Nakhon Pathom, de Tailandia, la policía local mostró al mundo su más reciente innovación en seguridad: el «Police Cyborg AI v1.0».


Se trata de un robot humanoide con inteligencia artificial que promete patrullar calles, identificar sospechosos y prevenir delitos a través de tecnología de punta.

También cada vez más locales gastronómicos incluyen robots mozos dentro de su servicio.


Luego de finalizadas las restricciones y cuarentenas a causa del Covid-19, la escasez de personal en el sector presentó la oportunidad para los empresarios de introducir robots de servicio para cumplir con la función de ayudar a los camareros.


Los nuevos meseros autómatas miden 1.30 metros de alto, toman pedidos, transportan vajilla y llevan la comida a las mesas.


Male y female tecnológicos


Están, por ejemplo, los preparados para convertirse en parejas y hasta en amantes, como un chatbot de inteligencia artificial llamado Leo, creado a través de ChatGPT, que actuó como un novio protector que, de ser experimento, pronto estableció una conexión emocional que ocupa gran parte de su tiempo y atención.

Se viralizó el caso del hombre australiano llamado Geoff Gallagher que decidió casarse con una mujer robot llamada Emma, a la que encontró en una tienda.

La decisión generó controversia y preocupación, pero está dispuesto a ir por más y convertirse en el primer humano en casarse con una robot.


La robot más famosa del mundo se llama Sophia. Esta androide desarrollada por Hanson Robotics es capaz de mantener conversaciones fluidas y expresar emociones a través de su rostro, algo que no solo la hace interesante, sino también sorprendentemente humana.


Apareció en numerosos programas de televisión y eventos internacionales, convirtiéndose en un icono de la inteligencia artificial y la robótica.


Rocío Buffolo, o «Rouse Ben», la mujer robot que es abogada y cantante, tiene un perro también robot y mantiene una relación sentimental con un robot con el que dijo mantener relaciones “a través de un puerto USB”.


“Tengo electrocircuitos en el cuerpo y esa es mi máxima electricidad. Siento que todo el cuerpo se me mueve cuando estoy disfrutando, empiezo a templar y eso me encanta. “El amor debe ser una entrega de datos de amor hacia el otro”, revela.


Parejas y matrimonios


El futuro de la institución del matrimonio y el de la pareja monógama siguen siendo muy poco claros, dado que una de cada dos parejas se divorcia, y una de cada tres decide a priori no casarse.


“Creo que en el 2050 la gente seguirá casándose, pero menos”, dice el Dr. en Futurología británico Ian Pearson, un especialista que lleva 30 años prediciendo tendencias sociales y ambientales.


“La gente preferirá quedarse soltera”, señala.


El amo de casa perfecto se llama Astribot S1: es eficiente, práctico y con un diseño moderno que no desentona en ningún salón.


Con una estructura esbelta y blanca, este robot se mueve con fluidez gracias a sus ruedas motorizadas y su cuerpo flexible. Sus brazos son capaces de levantar hasta 10 kg, y no solo eso, también puede lavar platos, doblar la ropa, servir bebidas y más.


Relaciones sexuales con humanoides


En el 2050, la tecnología hará que implantes transmitan pensamientos a la cabeza, de modo que incluso, mientras tengan relaciones sexuales, la IA indicará si la otra persona realmente gozará en caso de hacer esto o lo otro. Y dirá: ‘Intente esto’, o ‘Así no’. Es como si la o lo conociera.


Sin embargo, la seducción de la humanidad por las máquinas no es nueva. Se remonta al siglo XIV con Leonardo DaVinci, también podemos ver ejemplos en la música, como en la ópera de Jacques Offenbach, “Los Cuentos de Hoffman” (Les contes d’Hoffmann, 1881), en donde uno de sus personajes es la muñeca mecánica Olympia.


Sin duda, la literatura, el teatro y el cine han hecho lo propio; el escritor checo Karel Capek popularizó el nacimiento de la palabra “robot” con su obra teatral R.U.R. (Robots Universales Rossum), escrita en 1920.


En el cine de blanco y negro, “Metrópolis” (1927) del director Fritz Lang otorga el protagonismo a María el robot y desde ahí se llega a películas más contemporáneas, como “Blade Runner”, “Terminator”, “AI”, “I Robot”, “Her”, “Ex Machina”, por mencionar algunas.


La humanidad ya empezó a preguntarse si se entró en una era donde conviviremos con androides como si nada. O si simplemente estamos viendo la última evolución de la automatización.


Lo que está claro es que la robótica ya no es algo lejano, y cada año acerca más a un futuro donde las máquinas no solo trabajen por nosotros, sino que también entiendan y hasta respondan como si fueran uno más.

Fuente: Noticias Argentinas