Un emblema nacional humano

José Francisco de San Martín desempeñó un rol muy importante para la historia de Argentina, Chile y Perú. Falleció a los 72 años, en Francia, el 17 de agosto, día en el que se conmemora en Argentina el Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín.

Valeria Elías

RTS Medios

José de San Martín nació en Yapeyú, que actualmente forma parte de la provincia argentina de Corrientes y que, por entonces, era la capital de uno de los cuatro departamentos en que habían sido agrupados los treinta pueblos de las misiones guaraníticas tras disponer el rey Carlos III en 1767 la expulsión de los jesuitas, quienes habían evangelizado la región, sufrido el martirio en muchos casos e incorporado a miles de indígenas a la vida civilizada.

 

En 1784 se trasladó a España con su familia, donde estudió primero en el Seminario de Nobles de Madrid y luego, en 1789, el mismo año de inicio de la Revolución francesa, y con 11 años de edad, ingresó como cadete en el 2do batallón del regimiento de infantería de Murcia. Se graduó de oficial a los 15 años de edad, al ascender a segundo subteniente.  Sirvió en las filas del ejército español durante 22 años.  Estuvo en varios combates, como el de Arjonilla, distinguiéndose en la vanguardia del ejército de Andalucía.  En 1808 participó de la batalla de Baylén contra los ejércitos de Napoleón, que habían invadido la Península.

 

En 1811 solicitó el retiro militar del Ejército español.

 

En el año 1848, escribió lo siguiente “yo serví en el ejército español, en la Península, desde la edad de trece a treinta y cuatro años, hasta el grado de teniente coronel de caballería. Una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento, a fin de prestarle nuestros servicios en la lucha, pues calculábamos se había de empeñar».

 

San Martín y otros rioplatenses desembarcaron el 9 de marzo de 1812 en Buenos Aires, la ciudad capital del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Contribuir a la independencia de los pueblos americanos era la alta misión que lo había impulsado a retornar a la tierra de su nacimiento.

 

 

Lo que se sabe y se cuenta 

En RTS le rendimos homenaje al Padre de la Patria, por eso hablamos con la Sociedad Sanmartiniana de Rosario y nos atendió su presidente Andrés Haugh.

 

Andrés es Magister en Diseño Arquitectónico en edificios para la Salud, desde mediados

del 2000 a cargo del Departamento de Arquitectura de Grupo Oroño. A principios de 2024 fue designado como Presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana Cuna de la Bandera en la cual participa desde 2014 con la finalidad de elevar la apuesta llevando el proyecto a más jóvenes que puedan conocer y transmitir los valores Sanmartinianos. 

 

Por esto, por el proyecto que llevan adelante preguntamos esas mismas cuestiones de su incumbencia. Y comenzamos por el final, el día que se conmemora. 

 

Hay una historia sobre los granaderos cuando llegaron los restos del General a Argentina. 

 

“Es una hermosa historia… o leyenda. Cuando los restos del General llegaron para descansar en el Mausoleo de la Catedral en Buenos Aires, 7 granaderos que aún permanecían con vida se presentaron para escoltar los restos, con sus uniformes. Espontáneamente, sin convocatoria previa, sin whatsapp. ¿Cómo se comunicaron entre ellos? Un misterio. Pero poco importa. Para mí nos deja un aprendizaje mucho más importante. Valores Sanmartinianos. Transmitidos e inculcados por el General a ‘sus’ granaderos. Compromiso. Lealtad. Honor. Sacrificio. Respeto. Eso es lo rico de esta historia. Y desde ese lugar intentamos transmitir desde nuestra asociación.  

 

No hace falta ser militar, ni estar en un combate, son valores de la vida cotidiana que debes aplicar con tu familia, en el trabajo, en la escuela, en la calle, donde sea” explicó Andrés.

 

También, este encargado de transmitir estas enseñanzas nos dijo “hay muchas versiones sobre su personalidad. Yo me lo imagino parco y distante. Pero muy humano y atento con sus gente. Duro e inflexible con los problemas y sensible con la persona. Meticuloso con los detalles. Por ejemplo, ayer me enteré que no tomaba mate por sus problemas gástricos, tomaba mucho café, pero el café lo tomaba en mate con bombilla, junto a su gente, para empatizar con ellos, estar a su misma altura. Mensaje hermoso de liderazgo. Las diferencias las marcaba con sus enemigos. No temblaba a la hora de batirse a duelo si era necesario”.

 

Para retratarlo, una frase, San Martín escribió una carta al jefe revolucionario en la que le decía «Sin otro derecho que el de haber sido su compañero de armas, permítame usted, general, le haga una sola reflexión, a saber: que aunque los hombres en general juzgan de lo pasado según su verdadera justicia, y de lo presente según sus intereses, en la situación en que usted se halla, una sola víctima que pueda economizar a su país le servirá de un consuelo inalterable, sea cual fuere el resultado de la contienda en que se halle usted empeñado, porque esta satisfacción no depende de los demás sino de uno mismo «.

 

Fue un hombre indispensable para la emancipación de los pueblos sudamericanos, sin embargo, Haugh aclaró “sudamérica no era agenda a los movimientos que se estaban viendo en el resto del mundo. Sobre todo Europa donde se formó y sirvió al ejército español durante 20 años (aproximadamente), el hartazgo sobre los abusos de la realeza española era evidente e insostenible. Obviamente que los sentimientos de libertad es lo que motoriza todo el resto, libertad política, libertad económica, etc.”.

 

San Martín podía hablar con libertad y firmeza porque su pensamiento y su acción estaban irrevocablemente unidos a quienes ponían vida, haberes y fama al servicio de la libertad de las nuevas naciones. Así lo dijo por este tiempo al escribir a su amigo Tomás Guido: «Usted sabe que yo no pertenezco a ningún partido; me equivoco, yo soy del Partido Americano».

 

Andrés Haugh, recorre la ciudad y alrededores transmitiendo estos valores, pone en relieve los pilares con los que fueron creados los estados de latinoamérica, valores y principios que no deben perderse. Por eso insiste “vuelvo a la pregunta del principio. Honrar su legado, como hicieron los 7 granaderos. Releer las máximas que le deja a Merceditas. Es el claro ejemplo de lo que debemos hacer hoy. El sacrificio del hoy, ahora, no solo por nosotros.  Sino por los que vengan… Respeto al prójimo, en cada esquina, siempre, todo el tiempo.  

 

Compromiso con los valores de educación y formación de los jóvenes. Honrar a los que estuvieron y están dispuestos a entregar su vida por una causa común, por ejemplo,  Malvinas… Lealtad a nuestros colores…  ¡Que son los más lindos del mundo!”.

 

Con motivo de la victoria de Chacabuco, el Cabildo de Santiago obsequió al general San Martín la suma de diez mil pesos. El héroe declinó el regalo y a la vez solicitó al ayuntamiento que lo destinará a fundar una biblioteca nacional, para que el pueblo, decía en una nota, «se ilustre en los sagrados derechos que forman la esencia de los hombres libres».

“Defendamos la Libertad! ¿Que lo demás no importa nada!”.

Fuente: RTS Noticias