Hoy homenajeamos a una planta gramínea considerada uno de los recursos agroforestales más relevantes del mundo. El 18 de septiembre se celebra el Día Mundial del Bambú.

Valeria Elías
RTS Medios
El bambú japonés es un tipo de planta que tarda 7 años en asomar de la tierra. Siete largos años en los que tras plantar la semilla, se tiene que cuidar constantemente con abundante riego, luz solar y fertilizantes. Durante todo ese tiempo parece que sea infértil pero de repente, germina y sale a la luz y no tarda en ganar altura.
El principal precedente para la creación de este día mundial lo constituyó la celebración del VIII Congreso Mundial del Bambú en Bangkok, el 18 de septiembre de 2009. En dicho evento el Departamento Forestal de la Realeza de Tailandia declaró el primer Día Mundial del Bambú
Según Azeez y Orege (2018), el bambú tiene una composición química de 74% de celulosa, 13% de hemicelulosa y 10% de lignina , con un mayor contenido de componentes menores en comparación con la madera. Por el contrario, la madera blanda está compuesta de aproximadamente 40% a 44% de celulosa, 15% a 35% de hemicelulosa y 18% a 25% de lignina.
Los usos del bambú en la construcción son múltiples y de gran diversidad. El bambú es una madera ecológica que nos ayuda a construir casas y cobertizos, además de vallas y muros, andamios y tuberías, pilares y vigas. Se trata de un material renovable, que crece mucho más rápido que la madera convencional y ofrece ventajas técnicas como su resistencia a fuerzas mecánicas, pues da más seguridad que el acero o hierro, aísla, no es sensible a la humedad y tampoco no se oxida.
El bambú puede trabajarse como la madera y supone una materia prima clave en numerosas iniciativas de fabricación de productos de diseño y también en tradiciones artesanales. Otro de los usos del bambú es el de fabricar gadgets, fundas de dispositivos móviles, bicicletas y juguetes, muebles y cortinas, juguetes, suelos, etc..
Generar energía con el bambú más allá de su uso como biomasa, tanto energía térmica como eléctrica, tiene un importante uso en áreas donde la energía es un recurso con unos costes prohibitivos para la industria. Además, a nivel ambiental es positivo pues con ello también se lucha contra la deforestación. Dentro de estas iniciativas, una investigación de estudiantes de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia ha logrado la conversión del bambú en energía. Si bien todavía produce unos modestos 8 voltios, es lo suficiente para cargar un teléfono móvil, y el trabajo aspira a aplicar este mecanismo a gran escala.

La versatilidad del bambú no se detiene ahí, sino que el bambú y sus usos van más allá y también sirve para desarrollar textiles con fibras ecológicas, que se utilizan tanto para la ropa de cama, ropa interior y todo tipo de ropa y complementos de moda. Entre sus propiedades, los textiles son muy suaves, absorbentes y antibacterianos.
Por lo general, los brotes de bambú son comestibles, pero los de Phyllostachys pubescens son especialmente apreciados. Ya sean disecados, enlatados o en forma de brotes frescos, el bambú se consume como condimento o guarnición, sin olvidar su uso para elaborar bebidas fermentadas. También se le atribuyen propiedades terapéuticas.
Dice la tradición que sabe a una mezcla de manzana y alcachofa y tiene las propiedades nutricionales de la cebolla. Si sigues preguntándote para qué sirve el bambú dentro de la cocina, podemos ver que tiene elementos nutricionales como son ricos en potasio y vitamina A, además de contener hasta 17 aminoácidos.
Podemos también enumerar utilidades medicinales del bambú, las costumbres antiguas dicen que dos yemas de huevo cocidas lentamente en la paja de bambú fresco crean un líquido que ayudaría al asma, hemoptisis por lesión de las vías respiratorias y hemorroides, mientras el elevado contenido en sílice tiene propiedades de control de veneno.El bambú tiene acción antiespasmódica, elimina los parásitos en el intestino y trata los problemas de úlceras. Es ideal para la gastritis y para evitar náuseas y la indigestión. También es muy eficiente para controlar el asma y la congestión nasal. Regulariza el periodo menstrual, y alivia el dolor por cólicos.
En tal sentido, el bambú ejerce un rol fundamental en la producción sostenible de alimentos y la protección de la biodiversidad, promoviendo de esta manera la seguridad alimentaria en la población. Contribuye a la mitigación del cambio climático y de los gases por efecto invernadero, la erradicación del hambre y la pobreza, beneficiando la salud de las personas.
“la planta de los mil usos” ya que del bambú se obtiene alimento, ropa, material para construcción, celulosa para papel y medicinas; además, igual que otras plantas, protege el suelo y captura bióxido de carbono.
Se prevé que el carbono almacenado en los bosques de bambú chinos aumente de 727 millones de toneladas en 2010 a 1018 millones de toneladas en 2050. El bambú ayuda a evitar el uso de combustibles fósiles y reduce la deforestación, al ofrecer una fuente alternativa de energía de biomasa altamente renovable.
Pero mayormente, nosotros lo conocemos como el alimento de los osos panda y koalas, los panda comen entre 12 y 38 kg de bambú cada día, una increíble labor para la cual usan los alargados huesos de sus muñecas como si fueran dedos pulgares. Algunos koalas comen una dieta similar, casi en su totalidad a base de bambú.
Fuente: RTS Noticias