“Si esto le pasa a la presidenta, ¿qué queda para el resto?”: el acoso a Sheinbaum reabre el debate

El episodio volvió a poner en agenda la violencia que atraviesan las mujeres en el espacio público. “Lo que vivió es una forma de violencia que está penalizada”, señaló Raquel Vivanco, fundadora del observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, en RTS Noticias.

El acoso sufrido por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, durante una actividad pública, reactivó la discusión sobre la violencia que enfrentan las mujeres y disidencias al transitar el espacio urbano.

 

La escena, que quedó registrada en video, derivó en el anuncio de la mandataria de denunciar al agresor y avanzar en un plan contra el abuso sexual. “Lo que muestra es la impunidad con la que se manejan los hombres en relación al avasallamiento de nuestros cuerpos”, afirmó Raquel Vivanco, fundadora y directora del observatorio Ahora Que Sí Nos Ven.


Según el registro, un hombre se acercó por detrás mientras Sheinbaum dialogaba con vecinos e intentó abrazarla y besarla antes de ser apartado por la seguridad. El hecho generó un debate que trascendió lo político, ya que evidenció que incluso una mujer con máxima protección institucional puede ser blanco de una agresión de este tipo.


En diálogo con RTS Noticias, Vivanco subrayó que la escena no es excepcional, sino representativa de una matriz social. “Siguen pensando que pueden disponer de nuestros cuerpos, objetivándonos y cosificándonos”, dijo. En ese sentido, consideró que la reacción pública de Sheinbaum resulta clave: “Me parece sumamente importante que ella haya puesto en el centro de la discusión que lo que vivió es una forma de violencia que está penalizada”.


La entrevistada destacó el carácter ejemplificador del caso. “Si ella, con su investidura, sufre este tipo de violencia, ¿qué queda para el resto de las mujeres?”, planteó. Según señaló, visibilizar y nombrar el acoso permite reconocerlo como problema estructural y no como situaciones aisladas.


El observatorio que dirige Vivanco realizó uno de los primeros relevamientos nacionales sobre acoso callejero. Los resultados mostraron la extensión del fenómeno. “En Argentina, el 99% de las mujeres hemos atravesado una situación de acoso callejero a lo largo de nuestra vida”, señaló.

 

También indicó que, en la mayoría de los casos, los episodios comienzan en edades muy tempranas.


Las respuestas cotidianas frente a estas situaciones, explicó, suelen ser individuales y defensivas. “Recortamos la disposición de nuestras posibilidades de transitar el espacio público”, afirmó. “Empezamos a decir por este lugar, no voy a ir, a esta hora no salgo, voy acompañada, avisame cuando llegues. Nos cuidamos entre nosotras porque la amenaza es permanente”.

 

Juventudes, políticas públicas y el debate


El caso ocurre en un contexto donde organizaciones feministas advierten un retroceso en políticas públicas destinadas a prevenir la violencia de género. La entrevistada señaló la ausencia de campañas de sensibilización y de acciones para la construcción de nuevas masculinidades, y cuestionó la falta de iniciativa estatal para abordar el problema.


“Hoy estamos en una situación de grave negación de las desigualdades y las violencias de género”, sostuvo y agregó: “No hay campañas de prevención, no hay políticas concretas y no hay iniciativas que apunten a construir nuevas masculinidades”.


Otra dimensión del problema se vincula con la participación de las juventudes. La directora del Observatorio sostuvo que parte del debate público se volvió más hostil y que ciertos discursos conservadores influyen en la percepción social sobre la violencia de género. Aun así, destacó la necesidad de no abandonar la pedagogía social y seguir generando espacios de discusión.


En esa línea, la entrevistada enfatizó la importancia de denunciar y de sostener la palabra como herramienta política. “Tenemos que poder acercarnos a esas juventudes desde un lugar que esté parado sobre lo humano”, afirmó, y subrayó que la educación sexual integral es una herramienta fundamental para transformar patrones culturales.


Por último, Vivanco remarcó la importancia de sostener la denuncia como herramienta social. “Tenemos que decirlo, tenemos que denunciarlo, aunque estemos solas y aunque no haya testigos”, afirmó. “Es la manera de darle identidad a estas problemáticas y de exigir al Estado que garantice el derecho a transitar el espacio público en igualdad”.

Fuente: Noticias Argentinas