Hoy se cumplen 497 años del inicio de su construcción, ordenada por Sebastián Gaboto en 1527. El sitio arqueológico se encuentra en la confluencia de los ríos Carcarañá y Coronda, donde habitaba una comunidad chaná.

El primer asentamiento español en tierras americanas se erigió en lo que después sería suelo santafesino. El Fuerte Sancti Spiritu, cuya construcción fue ordenada un 27 de mayo de 1527 por Sebastián Gaboto e inaugurado el 9 de junio de ese mismo año, se emplazó en la confluencia de los ríos Coronda y Carcarañá, donde habitaban pueblos indígenas, muy cerca de la desembocadura sobre el río Paraná, a través del cual accedían los expedicionarios que llevaban en barcos desde Europa.
Ese primer contacto entre dos mundos tan distintos, el de los pueblos originarios y el de los colonizadores, se quebró apenas dos años más tarde, hacia 1529, cuando el Fuerte fue atacado por las comunidades locales, obligando a los expedicionarios a abandonar el lugar.
Hoy el predio del Fuerte ocupa unas seis hectáreas. Allí se encuentran los vestigios de lo que fue el primer asentamiento europeo conocido de la cuenca del Río de La Plata, que data de hace unos 500 años, con la llegada del navegante de origen veneciano Sebastián Gaboto.
En un programa que lleva adelante el Ministerio de Cultura se realizan trabajos sobre los restos del fuerte y del poblado. “Estamos en la desembocadura del río Carcarañá sobre el Coronda, donde se emplazó el primer asentamiento europeo de la cuenca del Río de la Plata y el primer antecedente de resistencia indígena exitoso del proceso de colonización de América. En este lugar había una comunidad Chaná sobre la que se instala el fuerte, derribando las viviendas de la aldea en 1527. En 1529 se recupera este espacio y vuelve a ser habitado por los integrantes de la aldea”, explicó Luciano Rey, subsecretario de Identidad y Territorio del Ministerio de Cultura, en Interior 366.
Fue a partir del 2006 cuando se inició una exhaustiva investigación arqueológica para lograr la localización del Fuerte. Tres años más tarde, este proyecto tuvo el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y en 2010, el equipo de la Universidad del País Vasco conocido como Grupo de Investigación en Patrimonio Construido (GPAC) se sumó a la labor que ya venían desarrollando los profesionales santafesinos.
El Parque del Fuerte es el último de los parques arqueológicos del país y el segundo de la provincia después de las ruinas de santa fe la vieja en Cayastá. Tiene una mirada especial en torno a lo comunitario, un proyecto de patrimonio cultural donde interviene la comunidad chaná actual, hay una biblioteca popular con residentes culturales, estudiantes de las escuelas. De hecho, el parque se fundó cuando estudiantes secundarios juntaron firmas para enviar el pedido a la entonces ministra de cultura, Chiqui González, para poder pensar en medidas para proteger este espacio.
La ministra de Cultura, Susana Rueda, afirmó que se “está haciendo historia porque a partir de un convenio entre Cultura y la universidad del país vasco, se están haciendo excavaciones de la que también participan estudiantes de la Universidades de Catamarca, Rosario, del Uruguay y Entre Ríos. Lo que se está descubriendo tiene que ver con el pasado más importante de la provincia de Santa Fe, en el primer asentamiento español en lo que hoy es la Argentina”.
Fuente: RTS Medios