Gabriela Jonas, oriunda de Moisés Ville, describió el impacto cotidiano del conflicto. “Uno se termina acostumbrando a una rutina que no es rutina”, dijo.
Gabriela Jonas, una santafesina que reside en Israel, brindó su testimonio sobre cómo se vive en el país tras el recrudecimiento del conflicto con Irán. Describió un escenario de emergencia continua, con restricciones civiles y una sensación permanente de amenaza.
“El ataque de Israel fue ultra secreto. Nadie se imaginaba que iba a suceder, aunque se sabía que podía pasar”, contó Jonas sobre el inicio de las hostilidades, que se produjeron tras sospechas de que Irán estaría cerca de desarrollar armamento nuclear. Desde entonces, la vida cotidiana en el país cambió radicalmente.
La entrevistada explicó que se suspendieron las clases presenciales y se prohibieron los eventos masivos. “Los chicos terminaron el año por Zoom, como en la pandemia”, señaló. Además, los ciudadanos deben estar cerca de refugios y preparados para evacuaciones ante las alarmas de ataque.
En cada hogar hay habitaciones reforzadas o se accede a refugios públicos. Las alertas se emiten incluso por celular, con anticipación. “Te suena el teléfono con una alarma fuerte y el corazón te empieza a latir. Ahí sabés que tenés 10 o 15 minutos para llegar al refugio”, relató.
Jonas cerró su testimonio con una reflexión sobre el miedo y la adaptación: “Es una rutina de guerra. La gente viaja menos, sale poco. Vivimos con temor, pero uno termina acostumbrándose”.
Fuente: RTS Medios