Se trata de un espacio que cobija a las personas en situación de calle durante las noches del crudo invierno. «Estamos empezando de cero», dijo Juan Pablo Locatelli.
Un grupo de voluntarios que asiste desde hace 17 años a personas en situación de calle en Rosario reubicó su sede tras tener que dejar el edificio en el que funcionaban. El nuevo espacio fue cedido por el Arzobispado en comodato por diez años y se encuentra frente al predio universitario conocido como La Siberia.
Juan Pablo Locatelli, uno de los voluntarios, explicó que debieron dejar el lugar histórico en calle Marconi, en la zona oeste de la ciudad, a pedido de la congregación propietaria. «El año pasado, en septiembre, entregamos el espacio y comenzamos una búsqueda incesante», señaló.
Inicialmente, la Municipalidad les ofreció un predio, pero finalmente optaron por la propuesta del Arzobispado debido a su mejor ubicación y accesibilidad. «Estamos literalmente enfrente de la Siberia y tenemos muchas líneas de colectivos cerca», explicó Locatelli.
Las obras comenzaron en enero y se realizan sobre un inmueble que estaba abandonado. Los trabajos incluyen instalaciones eléctricas, sanitarias y de gas, además de la construcción de nuevos espacios de uso común. «Acá claramente es empezar de cero», afirmó.
Según Locatelli, aunque hubo compromisos de ayuda económica por parte de distintos niveles del Estado, «no llegaron gran parte de esos fondos», lo que ha dificultado el avance del proyecto. A pesar de eso, el grupo continúa buscando recursos para completar la obra y retomar sus actividades.
Fuente: RTS Medios