Nuevas experiencias sonoras, Día Internacional de la Música Extraña

El 24 de agosto se celebra en todo el mundo, la gente toca o escucha música extraña, producida con todo tipo de instrumentos, musicales o no.

Valeria Elías

RTS Medios

Este día fue ideado en 1997 por el músico y compositor neoyorkino Patrick Grant que quería ampliar los espectros musicales del público en general y para ello, su objetivo principal era conseguir que las personas escucharan y tocaran tipos de música que nunca antes hubieran escuchado. Básicamente lo que quería era «escuchar sin prejuicios».

 

Lo que buscaba Patrick Grant es que la gente abriera los oídos y disfrutara de otro tipo de géneros a los que estaba acostumbrado. Por ejemplo, si te gusta el pop y el rock, durante este día escucharás rap o techno. Quién sabe si la experiencia te hace elegir otros géneros y disfrutas de los sonidos diferentes.

Múltiples estudios demuestran que los géneros musicales afectan a la mente y al cuerpo de forma diferente. Por ejemplo, el jazz suave relaja el cuerpo, el pop mejora la resistencia, la música metal proporciona mayor sentido de la identidad. En el caso de que escuches clásica es la que tiene más efectos positivos, ya que combate la depresión, estimula la creatividad, alivia el dolor y potencia el cerebro.

 

Damian Rodriguez Kees es compositor, investigador y docente de música. Nos pareció apropiado conversar con él sobre esta temática. 

 

“El grado de extrañeza, entre comillas,- comenzó hablando el entrevistado- de una producción musical o producción artística en general, depende absolutamente del contexto. Hoy no nos llamaría la atención de ninguna manera un grupo de instrumentos de percusión sin altura puntual definida, de esos entre comillas que hacen ruido, en una obra para orquestas. Eso ya desde finales del siglo XIX, especialmente principios del XX, por pensar en Stravinsky, entre uno de ellos, incorpora esos sonidos, en su momento fue sumamente extraño. Entonces, lo extraño es lo que justamente sale de lo común para un determinado contexto”. 

 

Continuó explicando “eso genera en el arte en general, en la música obviamente también, una distancia hacia una ampliación del concepto de arte mismo, de la música misma, en ese contexto. En su momento esas obras de Stravinsky, ‘La consagración de primavera’ por ejemplo, para ciertos oídos no era música y, ya poco tiempo después de su estreno, estaba incorporada absolutamente a la vida musical y hoy forma parte de la historia de la música. Entonces, lo extraño es lo que sale de lo común y amplía el lenguaje del arte, de la música en particular, en un determinado contexto. Sería el caso de Piazzolla también en la historia del tango. Piazzolla se corre de los hábitos de la composición tanguera en su momento y hace otras cuestiones en el lenguaje musical (que no viene al caso explicarla aquí) pero, que hoy distinguimos como la música de Astor Piazzolla y en su momento para los tangueros tradicionales, Piazzolla no era tango y hoy forma parte de la historia del tango, sin duda”.

 

Damián, como docente, nos sigue dando cátedra para dejar claro el concepto “ahora bien, siguiendo con lo que he visto sobre el Día Internacional de la Música Extraña, quien lo inició, claro, se refería a expresiones bien extremas de la extrañeza. Y de eso hay muchísimo. Hay algunas expresiones que son tan extrañas que directamente quedan en un circuito muy reducido de quienes las disfrutan o quienes las conocen, y si no, pasan simplemente a su inexistencia, lo cual, esto no significa que sean buenas o malas, sino simplemente que se corren demasiado del núcleo de la disciplina. Ese es un riesgo que corre el artista”.

“En ese sentido, ya que me pediste ejemplos de músicas extrañas, yo respeto mucho cuando una expresión artística de alguna manera se hace un clásico ¿Por qué? Porque trasciende su tiempo. Y bueno, por ejemplo, la pregunta sin respuesta de Unanswered Question de Charles Ives, músico norteamericano, tendría que repasar la fecha de composición, pero me parece que es 1907, o sea, bien a principios de siglo. Este compositor que no vivía de la música porque era un corredor de seguros, y le iba muy bien en su profesión, se dedicaba a componer como él decía ‘los fines de semana’, era un compositor de fin de semana y entonces, este componía realmente sin ningún tipo de ataduras, ni del campo académico ni mucho menos para ganar dinero, etc. y compone esa obra en ese momento, a principios del siglo; ya tiene más de 100 años, coloca una orquesta de cuerda detrás de un telón con una música muy lenta en Sol Mayor, notas larguísimas muy amable. Pero por delante una trompeta en una melodía para ese momento extraña, muy modal de un lado a la izquierda del público visual” respondió Rodriguez Kees


Y retomo aclarando “visualmente hablando no, estaba la izquierda el público y a la derecha un cuarteto de vientos con varias posibilidades entre ellas este cuatro flautas o cuatro fagot y un clarinete, dos flautas con un clarinete, en fin varias posibilidades, con una organización de las alturas a tonal. Entonces teníamos superpuestas tres organizaciones de altura, una organización muy tonal detrás del escenario con la orquesta de cuerdas en Sol Mayor, después a la izquierda  una trompeta en una melodía muy modal, y a la derecha un grupo de vientos haciendo algo bien atonal”. 


Siguiendo con el relato, continuó “eso no solamente hay una distribución espacial novedosa y extraña para ese momento, donde una parte de la orquesta no se la veía, y con la necesidad de dos directores, uno adelante y otro atrás. Esa obra fue estrenada muchísimos años después, en la década del ‘50, si mal no recuerdo, aún hoy sigue siendo extraña, pero es maravillosamente extraña. Es una música muy amable que sigue conmoviendo cada vez, que se la toca a oídos tanto avezados y entrenados como sería en caso del mío, solamente por defecto profesional, como de oídos de quienes no están acostumbrados a la música entre comillas, contemporánea, o expresiones de vanguardia y demás”.  


“Otro ejemplo que me gustaría dar es Sugar Cane Fields Forever del año ‘71 de Caetano Veloso, músico popular brasilero que hace un disco que se llama Araçá azul y ahí hace unas canciones muy extrañas. Esta es como una especie de homenaje a los Beatles, Sugar Cane Fields Forever, y es una música dentro de un disco de música popular que utiliza recursos electroacústicos y de música concreta como hicieron los Beatles en la obra que mencioné. Hoy es una música de culto dentro de las vanguardias de las músicas populares y la música popular brasileña, especialmente, y sigue extrañando aún hoy pero manteniendo esa conexión de comunicación con el público, eso es muy importante” expuso. 


Para que no falten ejemplos, también dijo “otra canción muy extraña, también de Caetano Veloso, un poquito después, del año 74- 75, de su disco Jóia, es una canción que se llama Guá, que utiliza cuatro palabras que tienen la sílaba guá en su interior, agua, guanahaní, guanamá, son algunas de ellas, y utiliza un solo acorde y en una distribución con la séptima en el bajo, para los músicos utiliza un solo acorde y no se mueve ahí, es una canción muy estática de apenas dos minutos, muy extraña pero al mismo tiempo como te decía, muy amable, muy accesible, no genera rechazo digamos. Esa, aún hoy, sigue siendo extraña esa canción y maravillosa al mismo tiempo y parece esto es importante, parece que hubiesen sido hechas ayer, eso es importante también, o sea, no pasan a ser como atemporales”.

Fuente: RTS Noticias