El actor habló sobre el estado de la ficción nacional, el valor de la empatía en tiempos difíciles y sobre el violento ataque a su colega Osqui Guzmán.
En diálogo con Pablo Montagna por Radio Rivadavia, el actor Juan Gil Navarro se mostró reflexivo y crítico sobre el presente de la ficción nacional, la profesión actoral y el clima social que atraviesa al país. “En este momento de tanta angustia, desazón e incertidumbre, que la gente haga el esfuerzo de pagar la entrada es enorme”,afirmó.
En medio de una coyuntura marcada por la incertidumbre económica y el desgaste emocional generalizado, el actor valoró especialmente el esfuerzo del público por sostener la cultura.
Respecto al nivel que marca la industria televisiva con los libretos y las historias que se cuentan para que el público consuma, Gil Navarro cuestionó una idea que circula con frecuencia en la industria que afirma que los televidentes no quieren pensar o reflexionar con los contenidos representados.“No sé cuáles son las mediciones para decir que la gente no se quiere preocupar. La gente tiene que pensar, y después reírse, no al revés”, dijo.
Y fue más allá: No me gusta lo cliché, el diálogo tonto. No me interesa hacer ficción vacía”.
Ficción en crisis y elecciones personales
Con un panorama desalentador para la producción local, el actor lamentó que cada vez haya menos ficciones en el país. “Las pocas ficciones que se hacen, se realizan en Uruguay”.
A pesar de reconocer que muchas veces los intérpretes no tienen la posibilidad de elegir sus proyectos, también aseguró que hoy en día prioriza con quién trabaja.“A esta altura sí me fijo en con quién me subo al barco. No quiero fingir demencia, no quiero laburar más con locos. Sí con los que se pasan esta profesión de mano en mano de forma amorosa”.
Además, aclaró que esa frase tan usada “fingir demencia” le resulta completamente ajena. “No me gusta nada esa frase. Yo no quiero hacerme el tonto. Quiero estar en sintonía con lo que hago”, sostuvo.
El relato del ataque a Osqui Guzmán
En medio de esa reflexión, Gil Navarro reveló un hecho gravísimo que ocurrió días atrás con su compañero de la obra Druk. “Mi amigo y compañero Osqui Guzmán fue zarandeado en el subte hace 48 horas por una policía que le dijo que era un ladrón peruano y que lo había reconocido el algoritmo. Lo cagaron a palos”.
Con evidente enojo, agregó: “Es increíble que en el borde del abismo y del progreso con los algoritmos, falle y agarren a un compañero porque lo confundieron con alguien… Es un delirio”.
Según contó, Guzmán se lo relató al elenco al día siguiente, antes de salir a escena.“Nos dijo: ‘Tengo que contarles lo que me pasó, estoy totalmente traumado, tengo que salir al escenario con ustedes y me van a ver raro’. No sabía qué hacer. Recién al día siguiente decidió hacerlo público”. explicó.
Guzmán finalmente hizo público el hecho a través de un video en redes sociales que rápidamente se viralizó. Contó que una mujer policía lo detuvo en la estación Dorrego de la línea B de subte, le pidió el DNI sin motivo, lo insultó y lo golpeó en la cabeza con una macana, acusándolo falsamente de ser un delincuente y de haber estado preso. Todo esto, según denunció el propio actor, por su color de piel.
Una mirada sobre el país y el otro
Lejos de encerrarse en el mundo del espectáculo, Juan Gil Navarro también se refirió a la falta de empatía que percibe en la sociedad actual. “No sé si falta empatía, pero necesitamos poder querer al otro. Siento que no ocurre que haya consideración por el otro. Hay gente que no respeta su propia vida, ¿cómo va a respetar la del otro?”, reflexionó.
En referencia a un evento que le tocó vivir en su actual lugar de residencia, ejemplificó esa falta de considereación hacia un tercero. “En el pueblo donde estoy hay menos locura, pero sigue habiendo. El otro día en la ruta un camionero me tiró el camión encima. Yo estaba en bicicleta”, aseguró.
Fuente: Noticias Argentinas