“Estoy convencida de que el liderazgo compartido es la herramienta más potente para transformar realidades”, declaró la presidente de OAME Organización Argentina de Mujeres Empresarias, Patricia Isabel García.

Valeria Elías
RTS Medios
Cuando se trata de liderazgo muchas mujeres quedan excluidas de los puestos de mando, pero algunas logran alcanzar un lugar importante dentro de las empresas y las instituciones gracias a su esfuerzo, compromiso y calidad humana. Este es el caso de Patricia García, una referente empresarial rosarina que ha sabido gestionar su liderazgo y ha alcanzado estándares importantes a nivel nacional e internacional.
Patricia Isabel García, reconocida como Empresaria Distinguida de la ciudad de Rosario, “por ser una prestigiosa y reconocida empresaria rosarina y por ser una excelente representante de nuestra ciudad tanto a nivel nacional como internacional”, dice la declaración municipal. La empresaria preside desde el 2018 la Organización Argentina de Mujeres Empresarias (Oame). Fue nombrada en octubre de 2024 vicepresidente para América Latina de Les Femmes Chefs d’Entreprises Mondiales (FCEM), la organización de mujeres empresarias más grande del mundo, con sede en Francia y Bélgica, y más de 50 mil socias activas. Fundada en 1957, FCEM promueve la iniciativa empresarial femenina y busca visibilizar el rol de las mujeres en el ecosistema global de negocios.
Patricia reafirmó su compromiso con la sororidad y el empoderamiento económico y declaró: “Esto no es un logro personal, sino una representación colectiva. Estoy convencida de que el liderazgo compartido es la herramienta más potente para transformar realidades”.
Entrando en la profundidad de la nota, la entrevistada comentó: “El techo de cristal no es un mito. Hoy puede parecer algo sin sentido. De todos modos era una cuestión cultural muy arraigada. Las mujeres llegaban a cierto punto en sus carreras y por H o por B no podían superarse. Y ese techo de cristal invisible era un gran impedimento para crecer. Hoy día las más jóvenes disfrutan de otro tipo de perspectiva, con lo cual esto del techo de cristal se va poniendo obsoleto, por suerte. Ya las nuevas generaciones disfrutan de poder acceder, digo, poder acceder es tener la mente amplia como para suscribir a todo tipo de profesiones”.
“Yo creo que a través de haber puesto el tema de las mujeres sobre la mesa durante tantos años -expresó la empresaria- y haber presionado con el tema de los cupos, las mujeres alcanzaron lugares importantes. En la Organización Argentina de Mujeres Empresarias nunca lo consideramos como algo que debía ser permanente, sino una herramienta para, precisamente, quebrar esas limitaciones culturales que tenía la sociedad con respecto a lugares donde la mujer no tenía por qué estar o cosas así. Entonces, yo creo que fue a través de la capacitación y el hablar del tema”.
Y continuó: “Hablarlo por los medios masivos, la mujer empezó a empoderarse y a decir por qué no puedo manejar un camión, por qué no puedo acceder a un directorio corporativo, por qué no puedo actuar en política. Yo creo que se fueron allanando algunas circunstancias. La mujer siempre tendrá que hacer, cuando decide ser madre, por ejemplo, tendrá que hacer un impasse, aunque sea pequeño, aunque sea siendo una muy buena combinación entre la vida familiar, esos niños que nacen y van creciendo, siempre hay que hacer una excepción. Hoy día las parejas tienen asumido el trabajo de ser padres, por igual, entonces la mujer tiene una chance, ha tenido y hoy, lo disfruta de una chance de poder balancear los deberes de haber decidido formar una familia y tener hijos con su vida profesional”.

Sumar y no restar es el secreto
Patricia ha sido una referente indiscutida del empresariado con impacto, compromiso y visión. Por este motivo, ella declaró: “Y no, no se trata de superar a los hombres, no, nada que ver. En OAME siempre hablamos de complementariedad. La organización está formada por empresarias que provienen en su gran mayoría de empresas familiares. Algunas son pequeñas, otras medianas y otras grandes empresas, pero siempre empresas familiares. Con lo cual la complementariedad, el balance entre la vida empresarial y la vida familiar es fundamental. Entonces ayudar a que se entienda eso para hombres y para mujeres es fundamental. No, no se trata de superar al hombre, se trata de tener igualdad de oportunidad”.
“Desde la Organización Argentina de Mujeres Empresarias tenemos 10 u 11 equipos de trabajo. Las mujeres se unen a la organización. Es una organización totalmente multigeneracional porque tenemos señoras que, por supuesto, ya están retiradas, pero que tienen muchas ganas de extender sus conocimientos a nuevas generaciones. Tenemos generaciones como la mía, que ya estamos hacia el retiro de la vida laboral, en salud, gracias a Dios y disfrutando de poder ayudar a las más jóvenes y de poder tener un espacio entre nosotras para poder compartir las experiencias, las preocupaciones, ocuparnos de nosotras mismas, etc. Y después el grupo de las más jóvenes que todavía tienen niños, algunos niños pequeños y otros niños adolescentes en casa, entonces ayudarlas a hacer ese balance del que hablaba antes, del balance de la vida familiar con lo laboral es fundamental. Y es fundamental, también, que uno pueda transmitir la experiencia positiva o negativa que haya tenido en la vida, que cosas a veces hay que dejar de lado o como las decisiones a veces significa, a veces no, siempre significa, cuando uno elige significa optar, dar prioridades, etc.”, cerró su idea Patricia.
Y expresó: “Un consejo para las jóvenes que se están preparando, que están en la universidad, que no dejen de ser curiosas, que no dejen de preguntar y que se capaciten. Una carrera universitaria hoy es la base. Junto con ello debe haber trabajos en empresas, hacer prácticas, salir al mundo laboral lo más pronto posible y adquirir experiencia desde muy jóvenes. Es muy bueno que los jóvenes empiecen a hacer participación en espacios como Junior Achievement. Hay muchas posibilidades de, desde el último año del secundario, poder hacer algún tipo de actividad como la que hace Junior Achievement. Hay muchas otras instituciones que lo proponen. Y durante la universidad es muy bueno que el joven tenga algunas horas de vida laboral que enfrente la realidad mientras está estudiando, porque entonce,s va a poder hacer un buen balance entre los conocimientos adquiridos en la universidad, en una institución, con los conocimientos adquiridos en la vida real, que no tienen por qué contraponerse, pero sí saber que la vida del trabajo es la aplicación concreta de lo que hemos estudiado. A veces, la época del estudiante es idílica, tiene un gran componente de solo me dedico a estudiar y después el choque con la realidad es fuerte. Entonces, mientras más pronto uno conviva e interactúe con las cuestiones reales, ya sea los abogados, los contadores, los licenciados en administración de empresas, todas las profesiones que se anoten en los convenios de pasantías que muchas empresas tienen con los institutos educativos”.
Fuente: RTS Noticias