El entrenador de Unión habló sobre el cambio anímico y físico del equipo desde su llegada. “El inicio fue confianza y entrenamiento”, destacó. También analizó el sprint final, la presión y el desafío de los play-offs.
Unión atraviesa el cierre del torneo con la permanencia asegurada y la expectativa de clasificarse a los play-offs. Para Leonardo Madelón, el objetivo inicial estuvo claro desde el primer día: “Cuando asumimos estábamos complicados con los de abajo”. Según contó, el alivio por sostener la categoría se combina ahora con la ilusión de meterse entre los ocho mejores: “Queríamos sostenernos bien en la categoría y ahora dijimos vamos a tratar de entrar entre los ocho, que nunca lo habíamos podido hacer”.
El entrenador recordó que, al llegar, la prioridad fue trabajar “de todo”: en lo emocional, lo físico y lo futbolístico. Pero subrayó un punto central: “Yo creo que ellos necesitaban un respaldo anímico que les dé confianza. Incluye la palabra confianza”. Ese proceso, explicó, fue acompañado por la preparación en silencio: “Entrenamos mucho, trabajo en silencio de los profes, fue muy bueno”.
Madelón evitó comparar procesos: “No es por hablar mal de lo anterior, porque también el otro proceso hizo cosas muy buenas”. Sin embargo, remarcó cómo se dio la recuperación: “Se fueron dando buenos resultados y, al día de hoy, llegamos bien paraditos”. Y sintetizó: “El inicio fue confianza y entrenamiento”.
Sobre el vínculo con el club, afirmó que nunca pensó en arriesgar su buena relación con la gente: “Nunca pasó por mi cabeza”. Para él, cada etapa tiene su identidad: “No se tapa una a la otra. Este es un proceso distinto, nuevo, desafío lindo porque había que levantar algo que no estaba bien y lo estamos logrando”.
El cuerpo técnico también cambió la forma de entender el día a día. Madelón expresó que aprendió a disfrutar de otra manera: “Me estoy dando cuenta cada vez más que la semana es de los entrenadores y el domingo es de los jugadores”. Y afirmó que la clave es darles seguridad: “Que sepan que están respaldados por uno, me parece que es lo mejor”.
En cuanto a lo que viene, el DT no quiere que el equipo se cargue de presión interna: “Hay que jugar al fútbol, no hay que pensar porque si no se llena de pensamientos raros”. Reconoció que Barracas será un rival exigente: “Va a ser duro, partido difícil donde tenemos que abstraernos del ambiente”. Y agregó: “Sumar es bueno. Si podemos todo, mejor”.
Consultado por el formato del torneo, respondió sin rodeos: “Primero hay que entrar y probarlo”. Y señaló que esta estructura permitió sorpresas recientes: “Se encontró de golpe Platense en dos finales”. Lo importante, insistió, es cómo llega cada equipo al tramo decisivo: “Ver cómo llegás hasta el momento final. Pero primero hacer todo para entrar”.
El entrenador también se tomó un momento para hablar de Cafferata. “Sur de Santa Fe, 1500 habitantes, gente de campo”, describió. Y con orgullo recordó la cantidad de jugadores surgidos de allí: “Tenemos hambre de jugar al fútbol, ganas. Es todo una pelota picando en la calle”.
Fuente: RTS Medios