La Salud del Papa Francisco analizada desde Santa Fe

Dada la edad y las afecciones de Bergoglio, quisimos consultar con un especialista en gerontología para entender un poco más cómo funciona el cuerpo de una persona mayor con esas afecciones.

Por Valeria Elías 

El especialista en geriatría y gerontología, Dr. Germán Kleisinger (Mat. 3535) brindó a RTS Medios, una visión generalizada, teniendo en cuenta que él no es el médico personal, o cercano, pero sí posee el conocimiento respecto a cómo es y cómo se cuida la salud de las personas mayores. 

“Sin dudas, la figura del papa Francisco y el estado de su salud, nos preocupa profundamente no solo por su edad, casi llegando a los 90 años, sino también por sus antecedentes médicos clínicos. Podemos saber en su historial, concentra y prevalece la atención su patología respiratoria habiendo tenido el antecedente de una cirugía, siendo joven, de una resección de un lóbulo pulmonar y afecciones crónicas recurrentes con relación directa a la misma bronquiectasias , asma e infecciones (neumopatías). 

Por esto, todas estas afecciones pueden  hacer más vulnerable a cualquier persona teniendo que presentar abordajes interdisciplinarios para poder manejar cualquier tipo de complicaciones médicas agudas y con asistencia incluso de kinesiología respiratoria, ejercicios de rehabilitación pulmonar, incluso asistir con oxígeno monitorizando de manera diaria y periódica su evolución.

Sin ningún cuestionamiento, el Santo padre está bajo estrictos controles de protocolos sanitarios, en el cual profesionales y especialistas de altísimo nivel hacen el seguimiento y el control de la enfermedad. En este caso radiologías, laboratorios clínicos, periódicos, tomografías, estudios de complejidad, aseguran el perfecto control de la enfermedad en este caso para llegar a buenos resultados.

Todas estas son apreciaciones generales, desde la geriatría aplicamos en todos los pacientes donde incluimos determinadas escalas de vulnerabilidad, tratando, además de dar una valoración geriátrica integral, las cuales nos ayudan con herramientas prácticas y técnicas a poder diseñar tratamientos integrales y planes adecuados y adaptados a cada condición individual del paciente.

 Hay varios índices que hoy aplicamos como lo es el índice de KATZ (creado por médicos, enfermeros, trabajadores sociales), que permiten a través de un orden establecido, ver el estado de dependencia o de su recuperación del paciente, siendo un test verdaderamente fiable, validado y con mayor eficacia en la valoración de pacientes con alto grado de dependencia.

Otro índice utilizado frecuentemente, es el índice Barthel, donde se mide 10 parámetros para poder evaluar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Es indiscutible que todas estas son herramientas prácticas que nos ayudan en nuestro enfoque y práctica diaria, facilitando la interpretación clínica, y pudiendo de manera interdisciplinaria, abordar y arribar a un diagnóstico y tratamiento más certero y específico”.