La sal es un compuesto químico que se encuentra en la naturaleza y que se utiliza para sazonar y conservar alimentos. Su nombre químico es cloruro de sodio (NaCl).
Valeria Elías
RTS Medios

La sal (cloruro sódico) forma parte imprescindible de la dieta, tanto por la importancia de sus funciones regulatorias en los líquidos del organismo, como por su papel en los procesos fisiológicos del organismo.La mayor parte de la sal que consumimos a diario está “oculta”. Alrededor del 75% de la sal de la dieta procede del consumo de alimentos procesados; el 15% proviene de la sal que añadimos al cocinar o en la mesa y aproximadamente el 10% restante corresponde a la sal intrínseca que contienen los alimentos.
Por eso consultamos con la Mg. en educación para profesionales de la salud Virginia Yodice, a quién le consultamos por esta cuestión. Respecto a si es buena o mala la sal, nos dijo “como para muchas cosas, la respuesta es ‘depende’. Necesitamos sal, en algunos casos, más que en otros. Y por otro lado, hay ciertas personas, que salen de la recomendación general, que por cuestiones médicas pueden tener ajustadas sus recomendaciones. Creo muy importante en una época con tanta información, en especial en redes, siempre destacar que hay individualidades.
Por ende, hablemos de la comunidad en general”.
“El sodio es un mineral extremadamente necesario y vital para el funcionamiento diario, está involucrado en muchas funciones, entre ellas, el transporte celular. Por otro lado, en momentos de mucho calor o alta exigencia deportiva, perdemos electrolitos y podemos experimentar mayor fatiga, o incluso dolores de cabeza y requerir incluso, más sodio.
De hecho la ventaja de tomar bebidas isotónicas o incluso, el «agua de mar» diluída que hoy está tan popularizada, tiene que ver con las necesidades de minerales de nuestro cuerpo. Por ende, la sal, no es mala. Ahora bien, a nivel poblacional, lo que está ocurriendo es que está existiendo un consumo exagerado de sal, especialmente porque se consume en alimentos industrializados, más puntualmente los que llamamos «ultraprocesados». Estos productos que son muy atractivos a la vista, muy sabrosos, pero que ya poseen poco de nutritivo y donde lo que se prioriza es que se conserven, se transporten, se puedan almacenar mucho tiempo en una góndola y sean altamente palatables para que el consumidor lo compre y desee más”, finalizó la especialista.