Se conmemora en homenaje al nacimiento del Dr. Bernardo Houssay, galardonado en 1947 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, convirtiéndose en el primer latinoamericano en recibir la distinción en ciencias.
La celebración de este día constituye un reconocimiento a quienes hacen de la actividad científica su elección de vida y, con gran vocación aunque no sin dificultades, contribuyen a un mayor bienestar general.
Valeria Elías
RTS Medios

Un investigador científico es una persona que se dedica a generar nuevo conocimiento a través de la investigación original. Para ello, diseña, planifica y dirige estudios e investigaciones.
El Dr. Hugo H. Ortega es profesor Facultad de Ciencias Veterinaria UNL, director del Centro de Medicina Comparada e investigador superior (ICiVet-Litoral – Conicet) y brinda testimonio de lo que significa ser investigador científico.
“La investigación, básicamente, es la generación de nuevo conocimiento. Ese conocimiento o esa investigación puede ser de diferentes tipos. Por ejemplo, la básica o fundamental, que es aquella que no tiene un objetivo de aplicación inmediato. Vos no pensás en transferir inmediatamente algo a la sociedad o solucionar un problema, sino ampliar lo que se conoce de algo. Es básicamente el fundamento de muchísimos libros de texto, de todo lo que sabemos sobre muchos temas, que alguna vez se descubrió y alguna vez se conoció. Eso se denomina investigación básica, o como ahora se la llama investigación fundamental, porque es el fundamento de lo cual se va a nutrir otro tipo de investigación, como es la investigación aplicada”, explicó.
Y siguió: “Esta investigación es aquella, que a esa investigación básica le busca una aplicación. Buscamos cómo solucionar un problema concreto. El último eslabón de eso sería la vinculación o la transferencia de tecnología, o el desarrollo de una tecnología. Primero la desarrollamos y luego la transferimos. Qué es ese desarrollo de tecnología, es tomar esa investigación aplicada y generar un bien, ya sea tangible, que lo podemos tocar, o intangible como un conocimiento, un software de informática es algo intangible, que podemos aplicar directamente, si ahí sí hay que resolver un problema. Y por último, el último eslabón, sería transferir esa solución aquí en la demanda, que puede ser la sociedad en general o puede ser un sector específico”.
De qué se trata
“Este trabajo es un trabajo como cualquier otro, requiere formación. La formación de un investigador lleva por lo menos 20 años, 15 años en algunos casos. Si sumamos cinco, mínimo seis, siete años de carrera de grado, otros seis años de una carrera de posgrado y luego la formación como investigador básico de la mano de un investigador formado son otros cinco, seis años. Recién ahí podemos tener lo que se llama un investigador formado, después de aproximadamente 20 años. En el contexto que nos encontramos actual, eso es fundamental, porque tenemos una cantidad de investigadores formados muy importante en el país, que se han formado durante los últimos 20 años. Pero, sin embargo, se ha cortado desde hace un año y medio lo que es la formación de nuevos investigadores. Prácticamente no hay becas y no hay posibilidad de formarlos en ningún tema, ni de lo que es el tema más básico para solucionar problemas concretos de la sociedad. Hoy, en el país, no se están comenzando a formar nuevos investigadores”, declaró el investigador.
Entonces, agregó: “Salvo raras excepciones como pueden ser algunas becas de universidades o de algunos proyectos que todavía están en ejecución, la mayoría de los proyectos han sido detenidos y no hay ningún programa de becas abiertos. El de Conicet ha otorgado muy, muy pocas becas en la última convocatoria y el investigador que está en la etapa intermedia, que terminó su doctorado y debe ingresar a la carrera de investigador como tal, para terminar de formarse y ser un investigador, hoy tiene las puertas cerradas”.
Ortega instó a la comunidad a pensar en la carrera de investigador como una opción a la hora de pensar el proyecto de vida personal. “Cualquiera puede ser un investigador, si se forma, si le gusta estudiar, si le gusta ir más allá de las capacidades. La ventaja que tiene un investigador es que tiene la posibilidad de pensar todo el tiempo, o sea, que está prácticamente trabajando todo el tiempo. No es un trabajo de 24 horas, sino algo que se discute mucho actualmente, es un trabajo de dedicación exclusiva. Porque uno no puede decir en un momento, ≪Ah, si se me ocurre algo no lo voy a aplicar porque estoy fuera de mi horario de trabajo≫. Uno en esta profesión está prácticamente las 24 horas, está todo el día pensando, buscando soluciones y eso es parte del trabajo”, resaltó.

Resultados y conclusiones
Sobre cómo termina una investigación y cuáles son sus frutos, el entrevistado dijo: “Para eso hay que ver cómo empieza una investigación. Una investigación normalmente comienza con una idea, que uno la transforma en un proyecto con objetivos, hipótesis, un estado del arte, o sea, qué es lo que se sabe hasta ese momento del tema, la metodología que va a aplicar, y uno debe obtener el financiamiento para ese proyecto”.
Y se refirió a la compleja situación actual a nivel nacional. “Normalmente hay varias agencias, había en el país, hoy están todas detenidas, lo que es Conicet no está financiando proyectos, lo que era la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Técnica se detuvo totalmente, pero también está desmantelada. Pensemos que es el organismo que desarrolló numerosos tratamientos médicos que hoy están en uso, que es el organismo que financió, por ejemplo, las empresas que más exportan de la ciudad de Santa Fe, que están en el Parque Tecnológico (PTLC), que se basan todas en desarrollos realizados a partir de la Universidad Litoral y de Conicet”, explicó.
“Hoy –continuó Ortega– el financiamiento de todo eso está detenido, o sea que si buscamos un perfil de un país que produzca, genera industria y demás, hoy las industrias biotecnológicas en pocos años se quedan sin ladrillos, los ladrillos son las patentes y el conocimiento que se ha generado”.
Al generar un proyecto, se busca financiamiento y a partir de ellos se comienza a trabajar sobre eso. Al finalizar el proyecto puede tener características de una investigación fundamental o aplicada y culminar en publicaciones. Este trabajo es evaluado permanentemente por pares (otros investigadores), en las diferentes etapas de proyecto, de ejecución y de publicación. Pasa por evaluaciones y auditorías permanentes. Suele ocurrir, en algunos casos, que se encuentre una aplicación concreta y que no sea publicable, sino que sea patentable. Esto quiere decir que se puede proteger, para que nadie usufructe con esto, dijo el experto.
¿Qué quiere decir protegerlo? “Es que nadie lo va a poder usar sin pagar los permisos para poder usarlo, porque el conocimiento lo generamos. En el caso nuestro, que trabajamos en universidades o en Conicet, el dueño de esa patente va a ser también la universidad. O sea, va a ser el mismo Estado que va a recuperar fondos que invirtió en formación, en educación y en proyectos. Los va a recuperar, como hoy son en la provincia las empresas radicadas en los parques tecnológicos, tanto de Santa Fe como de Rosario, básicamente pagan dividendos a las universidades y a Conicet que financió los inventos que ellos hoy usufructúan para generar empresas”, detalló.
“Por último, si queremos evaluar el impacto que tiene la investigación en la sociedad de diferentes aspectos, desde nuevos tratamientos del área que trabajamos nosotros, nuevos tratamientos médicos, nuevos tratamientos para animales, desde el desarrollo de nuevos software, hasta materiales como pueden ser cauchos, como pueden ser materiales biodegradables y demás. Incluso la generación de conocimiento para áreas como las ciencias sociales, donde formar un buen docente requiere que esté formado de posgrado muchas veces, y esa formación de posgrado la dan justamente estos proyectos de investigación como algo colateral en la formación de posgrado de muchísimos jóvenes investigadores que van a terminar siendo docentes; tal vez no siguen la carrera de investigador, pero sí son formados y se transfieren como formados con el máximo nivel académico, o sea con un doctorado, a una empresa, a una escuela secundaria o a la misma universidad para retroalimentar el sistema. Ese sistema también se retroalimenta de actividades de vinculación y transferencia, donde uno transfiere esa tecnología que desarrolló a empresas y a través de eso, genera fondos que contribuyen a mantener las actividades de investigación que está realizando y generar nuevos conocimientos que enriquezcan el sistema”, finalizó el investigador Hugo Ortega.