El Día Internacional del Mimo se celebra este 22 de septiembre. La fecha de reconocimiento de esta expresión artística se escogió por el día en que falleció, en 2007, Marcel Marceau, el gran actor y mimo francés.

Valeria Elías
RTS Medios
El mimo (del latín mimus, y este del griego μῖμος, cuyo significado es imitación) es un género literario que tuvo su origen en la Antigua Grecia y que engloba a una serie de textos para los que —sin tener unas características plenamente definidas— suele admitirse unos rasgos comunes.
La iniciativa de celebrar el Día Internacional del Mimo surgió del actor y mimo francés Jean Bernard Laclotte, quien propuso festejar este arte cada 22 de septiembre en conmemoración a la muerte de Marcel Marceau. Los mimos son actores que, mediar palabras, representan historias en movimientos, gestos y expresión corporal. Su origen proviene de la antigua Grecia donde se realizaban obras de distintos géneros. Este arte se iría expandiendo paulatinamente a otras regiones como Sicilia, Roma y Alejandría, entre otros, evolucionando con el correr del tiempo.
Fue conservado por compañías ambulantes en la Europa medieval, resurgiendo con la Commedia dell’ Arte (teatro popular nacido en Italia, siglos XVI-XIX). Luego continuaría su desarrollo con representantes como: Jean-Gaspard Deburau, Jacques Copeau, Étienne Decroux, Jacques Lecoq y Marcel Marceau. Cada uno agregando elementos distintivos a este arte.
En Santa Fe, tenemos artistas que comprometidos con las técnicas y sus exigencias, ejercen esta profesión actoral. Por eso, hablamos con Juan José Vitale, actor, mimo, comunicador, ante la duda preguntamos cuál es la diferencia entre el actor y el mimo “en principio no hay ninguna, ya que los primeros actores en Grecia se los llamaban mimos, de ahí viene la palabra. Mimo porque imitaban o simulaban determinadas situaciones anímicas corporales, primero en rituales, en pedido de ayuda a los dioses que estaban en el Olimpo para algún familiar, una persona tenía que en el medio de los rituales simular la dolencia de esa persona exageradamente para que desde el Monte Olimpo los dioses lo vieran. Después cuando empezó la parte escénica o la disquisición escénica a partir de las disquisiciones filosóficas, que es donde nace el teatro, se los comienza a llamar mimos porque justamente ellos tenían que simular las situaciones ficcionar, armar escénicamente las situaciones de las personas con los dioses”.
Continuó explicando el entrevistado “después el teatro fue evolucionando, obviamente, y aparecieron el coro, el corifeo, etc. y se comenzó a estructurar el teatro como lo conocemos modernamente, pero en principio, no hay ninguna diferencia. Actualmente hay quienes dicen que el mimo se diferencia del actor porque no habla, lo cual yo podría decir que el mimo se diferencia del actor porque el actor habla y cree que no está mimando, pero sí lo está haciendo. Porque toda actuación es la recreación de un personaje, o sea de una persona extraña a la cual hay que ponerle movimiento. Para eso normalmente nos basamos en la creatividad y la creatividad tiene un fondo que es 90% experiencia, y no experiencia en cuanto a lo teatral, sino experiencia de vida, bagaje, backup, o background, como le llaman normalmente. Pero para mí no hay ninguna diferencia entre el mimo y el actor, es más, normalmente, despectivamente, se dice que el mimo le falta una parte para hacer teatro, que es la palabra, y justamente del mimo nace después, lo que ahora se conoce como teatro y no por la palabra justamente”.
“Por ejemplo, continúa Vitale- ha habido grandes escritores de teatro que han escrito obras de teatro y que son consideradas excelentes obras de mimo y se discute si no son teatro o si son teatro y no son mimo. Por su parte, Beckett con su Acto sin palabras, con su La última cinta y otras obras por el estilo que trabajan mucho el cuerpo y poco la palabra. Te voy a hablar de autores clásicos, entre ellos Genet”.
“En realidad, el silencio lo que hace es aportar esa carga de dramaticidad que en el teatro dicen tienen las pausas entre las palabras. Lo que en realidad, no es el silencio el que lo hace, lo que hace es la construcción de una historia a partir del cuerpo, no solo como elemento representativo, sino también, como elemento en el que se representa, porque el cuerpo puede ser también un escenario, no solamente está en el escenario, sino también en sí mismo se convierte en un escenario en el que se muestran, se esculpen, como decía Marcel Marceau, o se dibujan cosas que habitualmente nosotros creemos que las recibimos a partir de las palabras y no nos damos cuenta que las recibimos inconscientemente y a veces, conscientemente de lo que es el lenguaje no verbal, que es el lenguaje corporal. Y si vamos a eso, el 70-80% de nuestro lenguaje no es verbal, es corporal” aportó Juan José.
Para ir aclarando dijo “en definitiva, lo que logra el silencio es reforzar el discurso, reforzar la asimilación, reforzar la reflexión sobre el discurso corporal que se está representando. Justamente, al no haber palabras, no hay ruido. Al no haber ruido, se ve el mensaje claro y el mensaje claro siempre lo da el cuerpo. El cuerpo no miente. De ahí viene el lapsus linguae, donde nuestro cuerpo incluso psicológicamente se niega a mentir, y después están los lapsus corporales, que son por ejemplo, una afirmación y negar con la cabeza. Entonces, son esas cosas, eso que ahora se estudia y que hace rato que se viene viendo, que es el lenguaje corporal, la semiótica corporal y todo lo que ahora se pone en análisis porque está de moda; pero hace años que se viene estudiando desde la década del 50-60 con Flora Davis, que luego evoluciona en gente como Eggman que genera la forma científicamente probada de la observación de los microgestos para develar cuando una persona está diciendo la verdad o mintiendo”.

En su afán de enseñar, el mimo, explica “acá tengo que hacer una salvedad, no hay un personaje mimo, cada uno genera su personaje. Lo que hay son estilos, hay diferentes estilos de mimo, porque está el mimo de cara blanca donde el personaje puede ser tanto un Pierrot clásico, antiguo, como puede ser un Pierrot moderno al estilo Marcel Marceau. Pero también hay otros estilos de mimo y todos generan su personaje, Marcel Marceau tenía VIP, que era una especie de Pierrot con una calidad de ánimo de personaje diferente a lo que era el Pierrot original. Y en el medio, cada mimo tiene su propio carácter de personaje o cuando crea un personaje.
Pero normalmente, el mimo es simplemente una figura que tiene la cara blanca, en el caso de la pantomima, porque es más fácil de tapar los gestos en cuanto a la develación de la personalidad del actor y utilizar esa máscara blanca como un accesorio para crear nuevos gestos y caras aumentados por esa máscara”. Continúa diciendo “porque en realidad, la máscara tiene en principio esa idea, era una máscara para teatro antiguo en el cual había que borrarse la cara y volver a dibujársela, porque de lejos y con las luces de velas o de aceite (en el mejor de los casos) que podía haber en el lugar para iluminar o la luz de día en la calle y en la distancia, uno tenía que hacer que los gestos se vieran más, por eso la máscara del mimo blanco y negro. No porque sea algo específico de los mimos, es más, los primeros mimos, no usaban el rostro, usaban máscaras, las conocidas griegas, no solamente las de la tragedia y la comedia, sino otras y se trabajaba sobre coturnos de casi 30 40 centímetros de altura donde se les dificultaba el movimiento, y grandes telas, porque todo tenía que ser en proporción, pensando también en que los movimientos se tenían que ver de lejos, y los actores también. En un anfiteatro griego, que podía llegar a tener 200 metros de distancia con respecto al último espectador. Si se ha visto alguna vez una fotografía de un anfiteatro griego e incluso romano”.
“¿Y la filosofía?- retoma el concepto el actor- es como todo, es como hacer un estilo de arte, los plásticos, los pintores pueden optar por la pintura, el estilo de pintura o incluso el tipo de material con el que trabajen, no solo para la pintura sino también para una escultura piedra, barro, lo que fuera, eso depende de lo que uno quiera hacer. No sé si hay una filosofía, puede ser que después me metan en una filosofía, pero la filosofía está en qué quiero decir con lo que estoy representando y con el estilo de arte que represento. Como en todo arte, no hay nada específico. Es la filosofía de una apuesta hacia la gente con un estilo de escritura diferente. Lo mismo sucede justamente entre los escritores. Cada uno tiene su filosofía y la plantea de un estilo de escritura propio, cercano, nuevo, viejo, inventado, en práctica, lo que sea, pero es eso. La filosofía es la que tiene cada uno en la cabeza, lo que piensa, lo que quiere transmitir, lo que quiere decir. No el por qué genera desde ese arte, sino lo que genera con ese arte”.
Cómo sería en cuanto al trabajo de lo que sería el personaje o el estilo de mimo, a esto respondió “también depende de cada uno, pero básicamente lo que uno tiene que aprender cuando hace mimo es que es el cuerpo el que comunica, siempre, todo el tiempo, desde el primer momento que nacemos o que somos gestados, no que nacemos, antes todavía, en el momento de la gestación, manifestación, cuando ya empezamos a tener conciencia de sonidos, incluso hasta de tacto, porque nuestro cuerpo tiene tacto, aprender a través del cuerpo y eso se, podría decir, archiva en la mente. El cuerpo es un gran perceptor, que es el que genera nuestros conocimientos. Sin cuerpo es como una placa madre sin computadora ni accesorios”.
“El cerebro sin el cuerpo es ser lo mismo, ser algo muerto, una masa inerte, porque no tiene ni la posibilidad de absorber o percibir la vida y aprender de ella y lo que tenga que aprender, sin el olfato, sin la vista y sobre todo sin el gran perceptor gigante que tenemos en el cuerpo que es la piel, nuestro cuerpo entero está diciendo las cosas todo el tiempo, desde la piel hasta los internos; entonces, lo que uno tiene que hacer, es hacer consciente eso, hacer consciente su manejo del cuerpo para después de construir ese cuerpo y reconstruirlo cada vez que uno necesite o resignificar. O sea, uno tiene que tomar y ser consciente de que tiene que aprender la semiótica los símbolos, los signos que maneja el cuerpo, todo cuerpo vivo en este mundo propio o ajeno, de animales e incluso hasta las plantas, reaccionan con su cuerpo a cambios climáticos y todo esto es lo que uno tiene que aprender a hacer consciente. Empezar a resignificar y a tenerlo en cuenta, volver a convertirlo en una reescritura, volver a reescribir a partir de eso que ya tiene, tomar lo que necesita para el momento y reescribir. Es lo mismo que un escritor que toma, o cualquiera que toma las ideas de lo que hay alrededor de sí, más la idea original que tenga para hacer algo y las palabras, las letras y todo, las reubique, las resignifica para generar el texto” terminó afirmando.
El especialista en este arte, nos sigue contando “los primeros mimos eran cantantes también, cantaban, danzaban, por eso la mimodanza. La mimodanza se desarrolla en Grecia, pero se desarrolla mucho más también, en Roma. Esa es la importancia que tiene para las artes. Es la raíz de las artes escénicas y es parte del desarrollo en la danza clásica, incluso en la danza moderna lo vemos a partir de los estudios de Thomas Lerchardt sobre los trabajos de De Croix, llevados a la danza, y no son simplemente estudios, sino cosas que se aplican; el mimo corporal dramático, la corporalidad, si vemos que la evolución de la danza es paralela también al mimo, donde se habla de la danza expresiva o de la expresión corporal de ahora, que en su momento era danza expresiva o una cosa así, viene de una evolución de la misma danza clásica francesa metodologizada, en la cual se imitan situaciones. Justamente por eso, muchos de los pasos de danza tienen nombre de pasos de animales o de situaciones, o de objetos incluso, el fouetté, el pas de cheval, el pas de jatte, le pas de chevalier, todo ese tipo de cosas justamente son parte de que muchas de esas cosas nacieron a partir de la imitación o tratar de estilizar la realidad para hacer una representación teatral, musical”.
“Esto también lo podemos ver, por ejemplo, en la evolución del circo, del circo como entretenimiento ya no al estilo romano, sino con destrezas físicas, donde también se trabajaba el mimo, es más, en el mismo circo romano, entre medio de las grandes matanzas y todo, solía haber gente que salía a recrear escenas, por ejemplo, de guerra, aunque a veces eran a muerte real (en el circo romano), a veces, eran paródicas también. Después tenemos los famosos cómicos romanos, de los bacanales, que justamente eran cómicos de lo que fue después la juglaresca, que eran cantantes, mimos, por lo general grandes mimos de esa época, de la época romana clásica, que fueron artistas que llevaron el mimo de Grecia a Roma, obviamente, con sus deformaciones que después terminó resultando en la comedia del arte, fíjate vos la importancia que tiene el mimo” expresó Vitale. Y continuó declarando “la comedia del arte parte de la juglaresca, la juglaresca parte del mismo y la comedia del arte se basaba básicamente en eso, en el juego corporal, estaba la palabra, pero era el juego corporal, ¿por qué? porque mucho de la comedia del arte fue conocida en Italia. En Europa se conoce con otros nombres, incluso personajes como Petrushka que ser el pedrolino en Italia o el Pierrot que es muy parecido también al Arlequino, posteriormente, el Pierrot obviamente era Arlequino. Todos esos personajes eran personajes, eran personas o compañías que como se movían en Europa, en distintos países y no hablaban todos los idiomas, tenían que trabajar más sobre el cuerpo en su propio idioma. Y en el medio de todo eso, justamente en la época de los juglares, a partir de este inconveniente de moverse en lugares donde se hablaban distintos idiomas o dialectos y donde el artista tenía que estar atrayendo la atención del público, el mimo o el artista se convertía en un artista corporal donde jugaba entre acrobacias, malabares, música y justamente su cuerpo para contar historias”.
“De ahí viene todo esto, de ahí viene la importancia del mimo. Mucha gente lo desprecia, es más, entre la gente de teatro se desprecia el mimo como que no es teatro, también se lo expresa como que no es danza, justamente eso es lo que nos da la independencia, no somos ni teatro ni danza somos la raíz de todo, por eso nadie sabe dónde ponernos, porque todos tendrían que ponernos por encima de ellos y es el problema de los egos, de los estilos teatrales; por eso para mí todo arte escénico, es arte escénico y es lo mismo todo arte plástico es arte plástico y es lo mismo toda música es música y es lo mismo ¿entendés? Podemos después hablar sobre la calidad o las cualidades específicas de cada arte, pero en realidad son todo lo mismo, todas las músicas son lo mismo, todos los estilos de teatro son artescénica y toda la danza es artescénica, porque todas representan y todas cuentan algo, incluso hasta las más expresivas y abstractas tratan de decir algo y de plantear una idea política, filosófica, personal, anímica, psicológica” culminó aclarando Juan José.
Concluímos entonces, que este arte es una forma de llevar alegría a todos nosotros a través del silencio.
Fuente: RTS Noticias