El proyecto busca evaluar si puede frenar la evolución de la enfermedad en personas ya infectadas. “La aplicamos en ratones y observamos que prevenía los daños cardíacos”, explicó el investigador Iván Marcipar.
Investigadores del CONICET/UNL llevan adelante un ensayo de una vacuna nasal experimental contra la enfermedad de Chagas. El estudio, encabezado por Iván Marcipar, busca determinar si esta formulación puede mejorar la evolución de la enfermedad en pacientes que ya están infectados y evitar el desarrollo de complicaciones cardíacas o digestivas.
El trabajo se encuentra en fase preclínica y, por el momento, los ensayos se realizan en ratones. “Aplicamos la vacuna en animales que ya estaban infectados y vimos que prevenía los daños a nivel cardíaco”, detalló Marcipar. La vacuna se administra por vía nasal, mediante una gota en la nariz, y mostró resultados alentadores en la comparación con los ratones no vacunados.
El investigador explicó que el objetivo es desarrollar una alternativa terapéutica, ya que el tratamiento actual resulta poco efectivo en pacientes con infección crónica. “La droga que existe hoy funciona muy bien en los casos agudos, pero no en los crónicos”, señaló. En América Latina se estima que entre seis y siete millones de personas viven con la enfermedad de Chagas.
Marcipar precisó que este tipo de investigación es clave ante los brotes registrados en distintas zonas de la región, muchos vinculados al consumo de alimentos contaminados con el parásito. “Decidimos probar esta vacuna nasal porque responde a una necesidad concreta en Latinoamérica”, indicó.
El equipo científico anticipó que aún queda un largo camino antes de llegar a los ensayos clínicos en humanos. “El desarrollo de una vacuna puede demorar décadas. En el caso de la malaria, tomó treinta años”, recordó Marcipar. Sin embargo, los avances representan un paso importante en la búsqueda de nuevas herramientas contra una enfermedad que continúa siendo un desafío sanitario en la región.
Fuente: RTS Medios