En el departamento Garay de la provincia de Santa Fe se produce principalmente zanahoria, choclo, zapallito redondo, zucchini, berenjenas, verdeo, puerros, repollo blanco y morado en esta época del año, luego esto se comercializa. ¿Cómo es el circuito de producción, distribución y venta?

Valeria Elías
RTS Medios
La provincia de Santa Fe se destaca por ser productora de materias primas agrícolas. En la zona del departamento Garay (comprende la ciudad de Helvecia –cabecera–, y las comunas Cayastá, Colonia Macías, Saladero Mariano Cabal, Santa Rosa de Calchines) se producen vegetales que luego son comercializados en el mercado interno provincial y nacional.
Hay un análisis interesante en saber estos datos, dado que es un precio el del productor y otro el que paga el consumidor final en las verdulerías. Se debe tener en cuenta también, que algunas verduras y frutas provienen de otras provincias, lo que encarece o abarata el costo según oferta y demanda.
Manuela Alvarez, ingeniera agrónoma, actualmente trabaja en el sector privado en la producción primaria hortícola y, en diálogo con RTS Medios explicó: “La comercialización en los mercados, ya sea el Central (Buenos Aires), Santa Fe, Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, y varios más, tiene tres categorías de productores: el que tiene puesto y transporte; el que tiene transporte y vende a un puestero; el que manda un transporte contratado al puestero. Cabe aclarar que si bien todos los productores trabajan de todas las formas, el primero a veces no tiene puestos en todos los mercados, tiene puesto en uno y en los otros mercados llega por medio de la opción número dos. Van rotando, pero no son exclusivos de uno, sino que todo depende de cómo se organiza cada parte de la cadena”.
“En lo que refiere a verduleros directamente, es muy bajo el porcentaje. Es decir, los verduleros de los pueblos y las ciudades van a los mercados y de ahí compran todo. Esto es porque en ese viaje ellos consiguen toda la mercadería que quisieran, sino tendrían que ir a varios productores para recolectar la mercadería que necesitan para la venta. Un poco así es como se trabaja, para que se entienda el sistema”, aclaró la entrevistada.
“Pero –agregó Alvarez–, la peor situación de todas (que se da mucho) es la tercera, que se da cuando el productor le vende a un intermediario que pasa comprando mercadería, y se la vende al puestero. Por ejemplo, a Santa Fe, o a Rosario, o al puesto de cualquier localidad, para venderlas, porque ahí en la cadena de comercialización se incorpora otro agente que antes no estaba en los anteriores. Y recién de ahí, de los mercados va al verdulero y llega a la góndola. O sea, que tenés el productor, (en el peor de los casos) el intermediario que recolecta, el puestero, el verdulero y recién ahí llega al consumidor”.
De la misma forma, la ingeniera, explicó que todo depende de la mercadería: “Por ejemplo, los que hacen transporte ya tienen un precio por campaña, que por ahí se modifica según el combustible, pero por bulto tienen un precio fijo. Por ejemplo, a Santa Fe, más o menos sale $700, a Rosario $1.800. Tienen valores estipulados a todos los mercados por bulto, es lo que cobra el transportista. Y después de lo que se vende ahí, obviamente que todas las semanas varían los precios. Así que, por ejemplo, hoy en día las liquidaciones están llegando a 4.000 pesos un cajón de zapallitos. Y al productor le queda entre 1.500 y 2.000 pesos, sin sacar los costos, es lo que le llega porque le descuenta el traslado, más en la comisión del mercado y otras cuestiones. Recapitulando, más o menos 4.000 pesos que se vende en el mercado, al productor le está quedando 1.500- 2.000 pesos, de eso le tiene que sacar todos los costos que él tiene para producir ese zapallito, en esta época del año que son altos los costos y entonces, ahí le quedan unas monedas de ganancias”.
“A mi entender –dijo Manuela– el desfase está en que las comisiones de venta y los transportes son muy elevados cuando la mercadería es baja. La comisión puede variar, pero, si el transporte es fijo y cuando la mercadería no vale, es ahí donde se queda más porcentaje de la venta final en otras cosas y no en el productor. Cuando la mercadería vale, ahí se produce una mayor distribución o por lo menos un mayor volumen de dinero para el productor que en este momento del año es súper difícil, porque ningún artículo tiene precios altos, puede estar diferenciándose del resto el morrón rojo, por ejemplo, pero después el resto están todos súper bajos los precios de los mercados, entonces, actualmente está súper para atrás el productor por tener ganancias”.
“Otro ejemplo que doy, es por ejemplo el cubito de zanahoria que es de 10 kilos de zanahoria seleccionada. En el mercado puede estar entre 3.000 y 3.500 pesos, tiene 10 kilos. Eso también depende cómo se comercialice, pero eso valen los 10 kilos.Y cuando uno va a la verdulería a comprar como un ciudadano común, está pagando el kilo mucho más caro de lo que realmente valió, esos son todos porcentajes que se le van aumentando al consumidor y que si uno hace lo que realmente el consumidor paga versus lo que el productor cobra es prácticamente nada lo que gana el productor”, finalizó la ingeniera.

En números de compra venta
Para ir zalando cuentas y números de cómo se encarece la verdura por los intermediarios, la ingeniera Alvarez explicó: “El zapallito en lo que es Rosario y Santa Fe, está a 2.000 pesos el cajón, más o menos tiene entre 14 y 15 kilos. Y la zanahoria está entre 40 y 50 pesos, sucia, en bruto, al productor eso le pagan los lavaderos, y después se procesa, va al mercado y demás, pero en el mercado, un bulto de más o menos 10 kilos, que es premium está a 2.500, 3.000 pesos, lo que se llama un cubito, y de la común lo mismo, pero trae 20 kilos. Ahí me estaba dando cuenta que yo te dije 50 pesos el kilo de zanahoria, pero como sería en bruto, sin procesar. Si no, el valor de comparación, que ya es el valor procesado, es el cubito. Y hoy, el cúbito, está a 2.000 pesos, 2.500, 3.000, que es lo que dije de 10 kilos. Eso equivaldría al zapallito embalado, el cajón ya procesado también, que está a 3.000 pesos”.
La situación amerita una explicación más cercana al hogar: “El otro día con un productor sacamos la cuenta de lo que necesitas para comprarte un kilo de milanesas, como para referenciar, un kilo de milanesas aproximadamente sale 10 mil pesos, necesitas entre 400 y 200 kilos de zanahoria para comprar un kilo de milanesas, una locura. Lamentablemente este año la zanahoria está tiradisima como nunca, pero es una referencia de lo que se paga”. Y luego, aclaró “Te digo que varía entre 200 y 400 kilos porque depende la calidad, por ahí una que es de más buena calidad o sea de mejor calidad, lo pagan un poco mejor, pero algo que por ahí está un poco más feo en calidad, quiero aclarar que no tiene nada que ver con la parte nutricional, solamente la calidad estética, por ahí pagan un poco menos y ahí se aumentan los kilos para comprar un kilo de milanesa, esa es la proporción”.
Para cerrar la entrevista y que se evidencie esa realidad, Alvarez dijo: “Esas cosas por ahí son estacionales, el año pasado la zanahoria tuvo un buen precio y nada que ver al de ahora, muy bien les fue la producción y este año no vale nada, la verdad que no vale nada. Las conclusiones en general de todas las personas con los productores con los que hablamos, es que hay poca plata en la calle, entonces, no hay tanto consumo y además que hay más zonas productivas que otros años no había, así que bueno esa es la situación.
Ahí me estaba dando cuenta que yo te dije 50 pesos el kilo de zanahoria, pero como sería en bruto, sin procesar. Si no, el valor de comparación, que ya es el valor procesado, es el cubito. Y el cubito hoy está a 2.000 pesos, 2.500, 3.000, que es lo que te dije, de 10 kilos. Eso equivaldría al zapallito embalado, el cajón ya procesado también, que está a 3.000 pesos”.
Fuente: RTS Noticias