El detective de la buena escritura

Se eligió el 27 de octubre en conmemoración del nacimiento de Erasmo de Róterdam (1466), humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés, que se dedicaba a la traducción y corrección de textos en latín. Como iniciativa de la Fundación LITTERAE (Argentina) se celebra el Día Internacional de la Corrección o Día del Corrector de Textos.

Valeria Elías

RTS Medios

La principal labor de un corrector de textos es buscar los errores gramaticales que puedan existir en un texto o un escrito, y corregirlos. De esta forma, se le ofrece una garantía a los usuarios de que no están en presencia de erratas así como publicar textos de calidad, realizados por verdaderos profesionales, conocedores de la materia.

 

A la hora de comunicarnos, no sólo el lenguaje hablado es esencial, también hace falta conocer la manera correcta de plasmar las ideas en un texto escrito, pero evitando cometer errores como las faltas de ortografía, ya que no solo perderá calidad, sino también credibilidad ante el futuro lector. La tarea del corrector consiste en leer, revisar y sugerir cambios al texto que permitan darle más precisión, claridad y legibilidad. Las correcciones a las que se da lugar tienen como fin último el perfeccionamiento del texto para el lector. El corrector revisa y corrige la ortografía, la sintaxis, la ortotipografía y el formato de los textos antes de que estos pasen a imprenta o se publiquen en un medio digital.

 

Es por esta razón, que las personas que se dedican a corregir textos, deben conocer en profundidad las reglas ortográficas y gramaticales, como acentos, modismos, expresiones, etc.

 

LITTERAE es una institución dedicada a la lengua española que difunde y promueve el estudio y formación de correctores internacionales de textos para trabajar en editoriales, empresas y en el perfeccionamiento del uso de la corrección en la labor de los traductores.

 

 

En la profesión 

Rosa Gronda es profesora de letras, griego y latín. Trabajó en el diario El Litoral como correctora durante varias décadas. Al mismo tiempo ha producido infinidad de artículos sobre literatura y cine, que la llevaron fundamentalmente a la práctica de la crítica literaria y cinematográfica, entre otras destrezas periodísticas como los reportajes y la edición de textos.

 

Sobre este oficio, la especialista relató que “el trabajo del corrector consiste básicamente en recibir textos de los más diversos temas y modificar los errores ortográficos y de puntuación. Puede ocurrir que tenga que reformular un párrafo si no está claro. Todo parece muy fácil, pero la complicación es el tiempo. Por lo general se trabaja a contrarreloj: el periodista entrega sobre la hora y quedan breves minutos para revisar ese texto. La velocidad es esencial junto a la destreza para depurar la escritura recibida. Lo ideal es que el corrector sepa de todos los temas y maneje un amplio vocabulario. Con la falta de tiempo puede haber redundancias que se solucionan con sinónimos adecuados”.

 

Luego agregó “siempre es importante corregir un texto, porque ni el más perfecto redactor está libre de cometer errores inesperados; si no, es indispensable una segunda y tercera lectura para autocorregir. Hay que recordar que los errores son por falta de manejo del lenguaje escrito pero también y sobre todo por trabajar apurado”.

 

Sobre la escritura actual, opinó “la gramática y dentro de ella, la ortografía siempre van a ser importantes a la hora de producir un texto de calidad. El avance de las redes no puede solucionar la claridad conceptual de un mensaje y eso depende de saber escribir bien. Para transmitir ideas claras, hay que manejar con maestría la puntuación. Saber cuándo es indispensable un punto y aparte, una pausa breve o prolongada. Por lo tanto, el avance de las redes es independiente de que se escriba cada vez peor y en forma confusa”.

 

“Una escritura prolija- explicó Rosa- y organizada debería ser el objetivo constante a perseguir tanto por parte del periodista como del corrector. Es necesario acumular mucha lectura, mucha cultura y saber transformarla en palabras. La organización depende del tiempo y se debe ser veloz sin perder eficacia. Respecto de la prolijidad en corrección, supongo que pasa por una lectura atenta que busque no solamente detectar errores sino dejar un texto más claro y comprensible”.

 

Para finalizar esta entrevista dijo “la corrección no es un oficio grato, porque el corrector es una especie de fantasma en las sombras, una figura molesta muchas veces, porque debe señalar errores a los demás y preguntar sobre lo que no se entiende”. 

 

“Por lo demás, deseo larga vida al oficio de los correctores pero les recomiendo no quedarse solamente en esa instancia, sino pasar a escribir textos propios que seguramente van a estar fortalecidos por la experiencia de fijarse mucho más cuidadosamente en cada movimiento y respiración de la escritura” culminó Gronda.

 

Las faltas de ortografía más frecuentes


    «Haber» o «A ver»: 

No debe confundirse el infinitivo «haber» con la expresión homófona «a ver»  formada por la preposición a y el infinitivo «ver»  y que podemos sustituir por «veamos». Esta acción indica la acción en la que alguien va a observar algo.


  1. «Ay», «hay», «ahí»:

–«Ay» es una interjección para expresar dolor. 

–Hay es la tercera forma del singular del presente del verbo «haber». 

–«Ahí» es un adverbio de lugar para indicar algo que está muy próximo al hablante. 


  1. «Yendo» o «llendo»:

El que dos palabras se pronuncian igual genera dudas a la hora de saber cómo se escriben; sin embargo, en este caso la palabra «llendo» no existe en castellano. El gerundio del verbo «ir» es, por lo tanto, «yendo». 


  1. «Hecho» o «echo»: 

Al igual que en el error anterior, ambas palabras se pronuncian igual, pero es fundamental saber en qué momento utilizar cada una.  

«Hecho» es el participio del verbo «hacer», mientras que echo es el presente de indicativo de «echar». 


  1. «Vaya», «valla», «baya»: 

–«Vaya» es la primera o tercera persona del singular en subjuntivo del verbo «ir». Y también funciona como una interjección que se utiliza en oraciones exclamativas.

–«Valla» es la línea formada por estacas hincadas en el suelo para cerrar un sitio.

–«Baya» es un tipo de fruto.


Otros errores importantes que corregir


    «Porqué», «porque», «por qué» y «por que»:

–«Porqué» funciona como sustantivo de causa, motivo o razón. 

–«Por qué» es la combinación entre la preposición «por» y el interrogativo «qué» y para reconocerlo se puede añadir la palabra «razón»: «por qué razón no viniste ayer». 

–«Porque» equivale a ya que, puesto que, dado que y tiene valor de finalidad pudiendo sustituirse por para que.

–«Por que» es la combinación entre la preposición «por» y el pronombre relativo «que» y se identifica con facilidad porque se puede intercalar un artículo entre ellos «ese es el motivo por (el) que decidió no venir».


  1. «Aparte» o «A parte»:

La única ocasión en la que va separado es cuando nos estamos refiriendo a una parte de algo o de un grupo de elementos. En todas las demás ocasiones se escribe junto siempre. 


  1. «De que»:

Se utiliza “de que” cuando el verbo exige un complemento introducido por de. Es decir, con verbos pronominales y no pronominales que se construyen con un complemento de régimen. Como por ejemplo: alegrarse, arrepentirse, olvidarse, insistir, tratar. Y es necesario su uso con los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar.

Fuente: RTS Noticias