Las propiedades del aceite de coco son muy beneficiosas para la salud, la piel y el cabello, destacando su poder humectante, reparador, limpiador y antibacteriano.
Valeria Elías
RTS Medios

Por sus muchas bondades es habitual encontrarlo como ingrediente clave de base de jabones y champús, geles faciales, cremas hidratantes, dentríficos y sérums.
El técnico químico, Matías Lucca, presidente de la empresa santafesina FITALNAT SRL comenta “en la cocina reemplazas todos los aceites y grasas, en cosmética, lo aplicas directamente en la piel para humectar y en el cabello lo aplicas siempre desde la mitad hacia las puntas, nunca en el cuero cabelludo”.
Luego, agrega “para un tratamiento antihongos es una cucharada por día. Para la piel es libre, para el cabello una o dos veces por semana, solo unas gotas para no engrasar de más el cabello, para la cocina como quieras y cuanto quieras”.
Debemos hacer la salvedad respecto al exceso de consumo. El consumo elevado del aceite de coco sería como la ingesta elevada de cualquier ácido graso saturado. En cantidades elevadas se consideran no saludables porque ingerirlos causa un aumento de los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL), en la sangre -lo que se conoce como el “colesterol malo”-, asociado al bloqueo de las arterias y a un mayor riesgo de enfermedades del corazón.