Día mundial de las abejas. Polinizadores naturales que mantienen vivo al planeta

Las abejas son insectos sociales y colaboradores, aerodinámicamente imposible que pudieran volar, sin embargo, ellas no desisten y continúan su labor natural.

El 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas. Bajo el concepto de “abejas” se incluyen miles de especies, no solo la conocida Apis mellifera (la abeja doméstica o europea). De hecho, se estima que existen más de 20.000 especies en el mundo, muchas de las cuales no producen miel y presentan formas de vida muy diversas: solitarias, sociales, sin aguijón, parásitas, carpinteras, entre otras.

Las abejas​ son importantes para la biodiversidad del planeta y la vida de la tierra en general. Son grandes polinizadores y esenciales para las plantas. Su principal motivo es lograr la reproducción de cualquier tipo de semilla y de frutos, proceso que es fundamental para la seguridad alimentaria.

Valeria Elías

RTS Medios

Celina Junges, es Licenciada en Saneamiento Ambiental y Doctora en Ciencias Biológicas (FBCB-UNL). En 2017, se incorporó al Laboratorio de Ecología de Enfermedades (LEcEn) del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (UNL-CONICET) como investigadora de CONICET. Actualmente, se desempeña como Investigadora Adjunta, y mi línea de investigación se centra en el estudio integral de la interacción estrés-hospedador-parásitos en poblaciones de abejas melíferas (Apis mellifera).

La licenciada, conversó con RTS Medios para comentar sobre este insecto peculiar e importante para la vida del mundo.

 

¿Por qué son importantes las abejas en el mundo? ¿Cuál es su misión?

– “Las abejas cumplen un rol ecológico crucial para la vida en la tierra. Su función principal en los ecosistemas es garantizar la reproducción de las plantas con flores mediante la polinización, mantener la biodiversidad y contribuir a la seguridad alimentaria.

Muchas especies de abejas polinizan plantas específicas, tanto silvestres como cultivadas. De hecho, algunos alimentos que consumimos dependen más de abejas nativas que de la abeja doméstica (Apis mellifera). Por eso, la desaparición de estas especies amenaza no solo la producción de alimentos y la seguridad alimentaria global, sino también la biodiversidad. Al perder a estos polinizadores, muchas plantas no podrían reproducirse, lo que pondría en riesgo a las múltiples formas de vida que dependen de ellas, alteraría el equilibrio de los ecosistemas y aceleraría la pérdida de biodiversidad”.

 

¿Cómo podemos cuidar de ellas? Y cómo evitar molestarlas para no ser «picados»?

– “Cuidar de las abejas y convivir con ellas sin conflictos es fundamental, tanto para protegerlas como para evitar accidentes. Las abejas no son agresivas por naturaleza: sólo pican si se sienten amenazadas o si su nido está en peligro. 

Incorporar en los jardines plantas nativas que les proveen alimento y evitar el uso de insecticidas y herbicidas son acciones simples que ayudan a proteger a las abejas. También es importante no matarlas por miedo: desmitificar la idea de que son peligrosas es clave para aprender a convivir con ellas. Difundir su valor ecológico y su rol en la polinización contribuye a su conservación.

Para evitar conflictos con las abejas, es clave mantener la calma si una se acerca, no hacer movimientos bruscos y tener cuidado al dejar alimentos dulces al aire libre. Si encuentras un enjambre en un lugar riesgoso, no intentes moverlo ni quitarlo por tu cuenta: contacta a un apicultor o a las autoridades locales”.

 

¿Cuál es la importancia de la miel tanto en su consumo como en otros usos?

– “En términos nutricionales, la miel es una fuente rápida de energía gracias a sus azúcares naturales, como la glucosa y la fructosa. Además, contiene pequeñas cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes que pueden ser beneficiosos para la salud en general. A pesar de sus propiedades, el consumo de miel sigue siendo relativamente bajo en Argentina en comparación con otros países, donde se valora más como un sustituto natural del azúcar de mesa. Sin embargo, la miel no solo se utiliza para endulzar alimentos y bebidas, sino que también tiene una gran variedad de aplicaciones en cosmética y en productos terapéuticos debido a sus propiedades antimicrobianas y cicatrizantes. Además, su producción está estrechamente vinculada a la apicultura, un sector clave para la economía local. Por lo tanto, aumentar el consumo de miel no solo beneficiaría la salud de los consumidores, sino que también impulsaría la economía local y contribuiría a la preservación de los ecosistemas”.



Fuente: RTS Noticias