La pasión y el amor por la música, celebra hoy a sus directores, aquellos que con su batuta marca tiempo, ritmo y volumen de los sonidos de la orquesta. El Día Internacional del Director de Orquesta se celebra el 13 de julio, en reconocimiento a la labor de estos profesionales.

Valeria Elías
RTS Medios
En este día, se celebra la pasión y dedicación de los directores de orquesta, quienes tienen la responsabilidad de la interpretación musical, la elección del repertorio, el ritmo y la coordinación de los músicos. La entrega y el compromiso de los directores de orquesta transforman e inspiran a nuevas generaciones de niños y jóvenes en el ámbito musical. La batuta, que utilizan para ampliar su visión, es un elemento clave en su trabajo.
Con esta efeméride se pretende conmemorar al director de orquesta de origen alemán Carlos Kleiber, considerado el precursor de la técnica de dirección de orquesta moderna y uno de los grandes directores del siglo XX. Carlos Kleiber nació en Berlín el 3 de julio de 1930 y falleció en Eslovenia el 13 de julio de 2004.
El director de la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Santa Fe, el Maestro brasileño Silvio Viegas, conversa sobre la profesión para conmemorar un día tan especial para la música.
Para comenzar, el entrevistado refirió a la profesión: “Somos, antes de cualquier cosa, intérpretes. Pero nuestro instrumento es vivo. Entonces tenemos una relación distinta que un pianista tiene con su piano o un violinista con su violín. Somos responsables por agregar, unir, dar forma y carácter a todas las obras que dijimos. Por eso es tan importante para un Director pensar la música, pensar las frases, estructuras musicales, ideas y colores que quiere sacar”. Luego explicó: “Creo que la gran diferencia entre un Director de Orquesta y un Director de Coro o Banda es solamente su instrumento. Claro que eso es mucho! Son grupos distintos, retos distintos, pero el trabajo de estudiar, preparar, crear y hacer música es igual”.
“¡Tiene que ser algo natural! -expresó con exclamación respecto al trabajo de coordinación de tantos instrumentos- Pero trabajar con seres humanos es siempre una cosa difícil.Somos personas distintas, con pensamientos distintos, con una trayectoria e ideas musicales distintas. Unificar una idea musical es una de nuestras funciones y se logra eso con mucho estudio, pasando al grupo seguridad de sus elecciones, siempre con mucha base histórica y musical. Cuando sabemos bien lo que queremos, pasamos esas ideas con claridad y cuando tocamos se percibe que logramos algo bueno, todo se queda fácil. En relación a los instrumentos, lo más difícil es obtener una afinación y articulación que sean iguales entre instrumentos tan distintos. Cada instrumento tiene su carácter y hacer con que un instrumento de madera haga la misma frase que un de cuerdas o un de metal lo mismo que una de madera es algo que requiere trabajo y preparación por parte del músico y del director”.
“Armar el repertorio para un concierto no siempre es algo fácil. Hay que pensar en muchas cosas. Qué grupo musical tenemos delante de nosotros, es una Orquesta de Cámara, de Cuerdas, Clásica, Sinfónica completa, etc. Cuál es el nivel de esa Orquesta, que público tenemos, donde vamos tocar y también si nosotros, como Directores, estamos preparados o no para hacer la obra”, explicó el entrevistado, y agregó: “Cuando hacemos un concierto al aire libre tenemos un tipo de público y una determinada condición acústica. Se hace en una iglesia es otra acústica, se hace en un gran teatro también. Otra cosa importante es saber cuantos ensayos tenemos para el concierto. Hay obras que una orquesta profesional hace con un ensayo, hay otras que necesitan semanas de ensayo”.
Por último aclaró: “Hay también que considerar a cuanto tiempo no se hace una determinada obra, para no repetir algo en demasía, así como también programar algo que sea un reto para la Orquesta y que genere interés por parte de los músicos de la Orquesta de hacerla. Por fin hay también una cuestión económica. Hay obras en las que se necesita alquilar las partes, contratar músicos, invitar grandes solistas. Como dividir el presupuesto total del año entre los conciertos es también un reto. O sea, no es nada fácil armar un concierto y muchos menos toda una temporada anual”.
Sobre el porqué de la profesión, Silvio explicó “solamente así me siento completo, porque no podría ser otra cosa. Amo la música y amo lo que hago. Empecé estudiando piano, pero no era suficiente. Me gustaba el sonido de la Orquesta, los vientos, la percusión, las cuerdas, la mezcla de los sonidos y, principalmente, el repertorio. Prefería escuchar cualquier sinfonía a una sonata de piano. Claro que de niño no tenía idea de que sería un trabajo de un Director. Con el tiempo, la convivencia con otros músicos, escuchando a ensayos de Orquesta, todo solamente confirmó que era eso que deseaba ser”.
“Para mí la música es la forma más linda de comunicación! No hay necesidad de traducción de una Sinfonía de Tchaikovsky, Beethoven o Saint-Saëns! La música cambia todo. La música nos enamora, nos hace reír y llorar. Nos transporta a otros lugares y épocas. La música nos conecta y, en ella, nos reconocemos. ¡La música nos hace más humanos!, culminó Viegas.
Fuente: RTS Noticias