El 10 de julio de 2024, el menor murió de dos disparos en la localidad bonaerense de Wilde.

La sentencia contra el policía bonaerense Juan Alberto García Tonzo, declarado culpable por el crimen de Bastian Escalante Montoya, se conocerá este jueves en el Tribunal Criminal N°4 de Avellaneda y la familia espera que la Justicia lo condene a “no menos 20 años de prisión”.
Fuentes del caso informaron a la Agencia Noticias Argentinas que la audiencia de cesura comenzará a las 9:00 y la querella solicitó que antes de la lectura de la jueza María Angélica Sayago del Castillo puedan declarar dos tíos de la víctima.
El jurado popular dictaminó la culpabilidad del oficial por el delito de tentativa de homicidio agravada con uso de arma y exceso de la legítima defensa de los ladrones por unanimidad y por el homicidio por uso de arma de fuego de Bastián por 10 de los 12 votos.
El 10 de julio de 2024, motochorros intentaron asaltar a Tonzo en Wilde y este respondió con varios disparos, uno de los cuáles impactó en el cuerpo del menor de 10 años, quien salía de entrenar en el club Sociedad de Fomento del barrio La Carne de Wilde en bicicleta junto a su mamá.
Según supo NA, la familia aspira a que García Tonzo reciba una pena de “no menos de 20 años de prisión”.
Tonzo afirmó que disparó por “miedo y nerviosismo” al momento de ser atacado por motochorros, al tiempo que sostuvo: “Nunca ví al nene”.
De acuerdo a su testimonio, aquel día llegó a la Escuela Técnica N°3 para buscar a su hija, bajó de la moto y observó cómo se le acercaban dos motos con cuatro hombres con el objetivo de robarle.
Conforme a su declaración, uno de los delincuentes le dijo: “Quedate quieto o te mato”. En ese instante, extrajo su arma reglamentaria, dio la voz de alto y abrió fuego contra los atacantes».
Asimismo, el policía sostuvo que, “al escuchar detonaciones”, decidió repeler la agresión, motivo por el que una de las motocicletas se dio a la fuga, pero la otra no. “Sentí nerviosismo y miedo. Traté de resguardar mi vida”, agregó el oficial, quien “se escondió detrás de un poste” y comenzó a “efectuar disparos”.
Luego, oyó los gritos de socorro de Johana, la madre de Bastián, quien se encontraba en el suelo tras recibir dos tiros: “Vi a una mamá con un nene en un charco de sangre”.
El acusado afirmó que experimentó una sensación de “desesperación” por la situación, pero “no sabía” de qué manera “ayudar”.
“Nunca vi al nene”, reveló, mientras que admitió haber tenido un comportamiento negligente: “Cuando disparé, interpreté que estaba en peligro”.
Fuente: Noticias Argentinas