Se come según da el tiempo y el bolsillo, pero ¿sabemos en realidad lo que consumimos? ¿Leemos las etiquetas?. Los alimentos ultra procesados son más económicos, pero con menor valor nutricional. El Dr. Facundo Cuffia brinda un panorama sobre este tema.
Valeria Elías
RTS Medios
La alimentación considerada saludable consiste en consumir alimentos que proveen al cuerpo de los nutrientes necesarios para funcionar correctamente y mantener una buena salud, previniendo enfermedades como la obesidad, diabetes y problemas cardíacos. Se basa en una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas y proteínas, mientras se limita el consumo de alimentos ultraprocesados, sal, azúcares añadidos, y grasas saturadas.
El Dr. Facundo Cuffia, es profesor Ad. Internacional Instituto de Tecnología de Alimentos FIQ-UNL, Investigador Ad. Instituto de Lactología Industrial UNL-CONICET, Dir. de Carrera Ingeniería en Alimentos FIQ-UNL, Dir. de Carrera Licenciatura en Ciencias y Tecnología de Alimentos FIQ-UNL, accedió a conversar con RTS Medios sobre las características de los ultraprocesados.
El especialista consultado, explicó: “Mal llamados alimentos, los ultraprocesados son formulaciones industriales diseñadas para ser muy sabrosas, económicas, duraderas y listas para consumir. Suelen incluir ingredientes que no existen como tales en la cocina doméstica y que no solo cumplen funciones de conservación, sino que también modifican el sabor, color, textura y densidad energética del producto. Por lo general, presentan un bajo valor nutricional”.
“Sus características principales- agregó- incluyen múltiples etapas de procesamiento industrial (como extrusión, hidrogenación, fraccionamiento de ingredientes o refinado extremo); ingredientes de uso no doméstico (por ejemplo, jarabe de glucosa o fructosa, aceites vegetales hidrogenados, proteínas aisladas, maltodextrina, concentrados de almidón, aromas y saborizantes artificiales); una amplia variedad de aditivos (colorantes, emulsionantes, espesantes, edulcorantes, entre otros); y un diseño orientado a lograr una alta palatabilidad, habitualmente asociado a cantidades elevadas de nutrientes críticos y a estrategias sensoriales que favorecen el consumo excesivo”.
“Por el contrario, los alimentos caseros o «mínimamente procesados» son productos que conservan la estructura y composición natural del alimento, o que solo han sido sometidos a procesos básicos como lavado, trozado, pasteurización, molienda simple, cocción o congelado. Su elaboración se basa en pocos ingredientes de carácter natural o tradicional, como harina, aceite, huevos, sal, azúcar o especias”, finalizó el Dr. Cuffia.
Regla práctica para identificar un posible ultraprocesados
* Lista de ingredientes extensa (más de 5 o 6).
* Ingredientes que no usarías en tu cocina.
* Presencia de numerosos aditivos (colorantes, saborizantes, emulsionantes, conservantes, etc.).
* Promesas nutricionales llamativas (“light”, “con vitaminas”, “0% azúcar”, “fortificado”).
¿Cómo elegir productos más saludables interpretando su etiqueta?
* Lee los primeros ingredientes.
* Busca azúcares y grasas trans ocultas.
* Revisa sodio, azúcares y grasas por 100 g.
* Desconfía de listas de ingredientes largas.
* Mirar todo a partir de tu porción real, no de la “porción ideal” del envase.
Fuente: RTS Noticias