El Día Mundial del Cerebro se conmemora este martes y el lema elegido este año es “Salud cerebral para todas las edades”.

El Día Mundial del Cerebro que se conmemora este martes tiene como objetivo generar conciencia sobre la importancia de cuidar este órgano vital, prevenir enfermedades neurológicas y promover hábitos que fortalezcan su salud.
Este año, el lema elegido por la Federación Mundial de Neurología es “Salud cerebral para todas las edades”, un mensaje que invita a reflexionar sobre cómo influye el bienestar del cerebro en cada etapa de la vida y cómo nuestras decisiones cotidianas pueden marcar una gran diferencia.
“La salud cerebral implica mucho más que no tener una enfermedad: significa tener la capacidad de pensar con claridad, aprender cosas nuevas, recordar información, comunicarse, tomar decisiones, gestionar emociones y mantener relaciones saludables. Es, en definitiva, lo que nos permite vivir con autonomía, actuar ante una urgencia y participar activamente en nuestro entorno”, explicó la Dra. Viviana Cantarutti.
Desde antes del nacimiento hasta la vejez, existen oportunidades para proteger y fortalecer el cerebro. Los hábitos de los padres antes de la concepción, el control durante el embarazo, una infancia con estimulación adecuada, una adultez con alimentación equilibrada, ejercicio y manejo del estrés, y una vejez con vínculos sociales y controles de salud frecuentes son acciones que construyen, en conjunto, una buena salud cerebral.
Sin embargo, muchos problemas neurológicos siguen siendo subestimados o poco reconocidos. La Organización Mundial de la Salud estima que cientos de millones de personas padecen trastornos neurológicos. Más de 50 millones viven con epilepsia, otros 57 millones con demencia -siendo el Alzheimer la forma más común- y cada año alrededor de 6 millones de personas mueren por accidentes cerebrovasculares. En este contexto, tomar decisiones informadas y actuar a tiempo puede salvar vidas y mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan alguna de estas afecciones.
“Por eso, es importante que la comunidad esté preparada para detectar signos de alerta y saber cómo actuar. Por ejemplo, en el caso de un accidente cerebrovascular (ACV), reconocer los síntomas a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación favorable o secuelas permanentes», manifestó la médica clínica de Ospedyc.
Asimismo, añadió: «Un método útil es la regla ‘FAST’ por sus siglas en inglés: Face (rostro caído de un lado), Arms (dificultad para levantar uno de los brazos), Speech (habla confusa o arrastrada) y Time (el tiempo es clave: hay que actuar rápido y llamar al sistema de emergencias). Informarse, compartir esta información con familiares y estar atentos ante comportamientos fuera de lo habitual son formas concretas de cuidar a los demás”.
La prevención es una herramienta poderosa y desde la promoción de hábitos saludables (prevención primaria) hasta la detección temprana de síntomas y el tratamiento oportuno (prevención secundaria), cada acción suma. Así como entrenamos el cuerpo para mantenernos en forma, también debemos ejercitar la mente para mantenerla activa y resiliente.
Comer saludablemente, mantenerse cognitivamente activo a través de pasatiempos, estudiar o resolver desafíos mentales, realizar actividad física de forma regular, controlar los factores de riesgo cardiovascular, buscar ayuda ante el estrés o la ansiedad, cuidar los vínculos sociales, reducir el tiempo frente a pantallas y dormir al menos siete horas por día son algunas de las decisiones cotidianas que fortalecen nuestra salud cerebral.
“En este Día Mundial del Cerebro, renovemos el compromiso de cuidar nuestra mente con la misma atención con la que cuidamos nuestro cuerpo. Decidir cómo alimentarnos, cómo vincularnos, cómo actuar ante una señal de alarma o simplemente cómo organizamos nuestra rutina también es una forma de proteger nuestro cerebro. Porque una mente sana es clave para una vida plena, autónoma y consciente”, finalizó la Dra. Cantarutti.
Fuente: Noticias Argentinas