Un informe de la consultora W, dirigida por Guillermo Oliveto, mostró que la clase alta mantiene sus patrones de gasto. “Tres de cada cuatro argentinos son clase media baja o más abajo”, señaló el relevamiento.
La actualización trimestral de la pirámide social argentina elaborada por la consultora W confirmó que la estructura por ingresos se mantiene estable en los niveles altos, mientras que la mayor parte de la población se concentra entre la clase media baja y los sectores más vulnerables. Los datos surgen del análisis de consumo e ingresos que realiza el equipo de Guillermo Oliveto.
El estudio identificó que la clase alta, que representa el 5 % de la población, conserva un ingreso promedio de 12 millones de pesos y no modificó sus hábitos de consumo. Según el informe, este sector “no resignó prácticamente nada”, mantuvo los viajes al exterior y la demanda de bienes como autos cero kilómetro.
La clase media alta, que abarca al 17 % de los hogares y posee ingresos promedio de 5,2 millones de pesos, atraviesa lo que el reporte describe como un “equilibrio frágil”. Aunque sostiene sus consumos, cualquier variación económica podría obligar a recortes.
En los segmentos donde se concentra la mayor cantidad de habitantes aparecen la clase media baja (26 %, con ingresos promedio de 2,4 millones) y la clase baja superior (28 %, con 1,85 millones). En estos grupos predomina, según Oliveto, “la cultura del no”, referida a la reducción de gastos, desde vacaciones más cortas hasta el paso a segundas marcas en supermercados.
El informe señala como única variación positiva el crecimiento de la clase baja superior, que pasó de 24 % a 28 % en detrimento de la clase baja, cuyo ingreso promedio se ubica en 750.000 pesos. En paralelo, otros indicadores como el consumo masivo —que cayó más del 5 %— y el aumento de la morosidad financiera muestran el esfuerzo de los hogares para evitar un mayor deterioro económico.
Fuente: RTS Medios