Bautista Bonazzola comenzó en 2014 y hoy compite a nivel internacional. «Tiene un método y no se arma por prueba y error», señaló.
A cinco décadas de la invención del cubo Rubik, Bautista Bonazzola, un santafesino que compite a nivel internacional en esta disciplina, contó cómo logró convertirse en uno de los referentes locales en el armado del rompecabezas tridimensional.
Aprendió en 2014 y desde entonces participa en torneos dentro y fuera del país.
“Todos alguna vez intentamos armar uno, pero no es prueba y error. Tiene un método, una serie de pasos que hacen que parezca más fácil de lo que es”, explicó Bonazzola, quien sostiene que se trata de un deporte mental con similitudes con el ajedrez.
El cubo Rubik más habitual tiene seis caras y una estructura de tres por tres piezas. Según Bonazzola, la forma correcta de resolverlo no es por caras, como suele intentarse al principio, sino por capas. “Lo primero que hago es armar una cruz blanca que coincida con los colores del centro, y de ahí en más sigo con la primera y segunda capa”, detalló.
Durante la entrevista, el experto demostró en vivo cómo reconocer patrones y aplicar algoritmos para completar el cubo. “Una vez que reconocés el caso, los dedos se mueven solos. Todo es cuestión de práctica y repetición”, afirmó.
Bonazzola remarcó que, más allá del entretenimiento, el armado del cubo puede llevar a instancias competitivas. “Empecé compitiendo en Argentina y luego en el exterior. Hoy sigo en actividad y cada torneo es una oportunidad para mejorar”, concluyó.
Fuente: RTS Medios