El investigador del CONICET destacó los cambios promovidos por Jorge Bergoglio desde su llegada al Vaticano. “Su principal legado es la idea de una Iglesia de puertas abiertas”, sostuvo.
El historiador rosarino e investigador del CONICET, Diego Mauro, analizó el impacto de Jorge Bergoglio en la Iglesia católica y señaló que, si bien su fallecimiento era previsible por su estado de salud y edad, resultó sorpresivo por su reciente actividad pública.
En una entrevista con RTS Noticias repasó las transformaciones impulsadas por el Papa argentino desde su elección en 2013.
“Creo que como a todos, nos sorprendió un poco dentro de lo previsible”, afirmó Mauro, al referirse a la muerte del pontífice. “Había tenido una agenda bastante cargada en Semana Santa, incluso un encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos”, añadió.
Mauro subrayó que el liderazgo de Francisco se caracterizó por una apertura dentro de la estructura eclesiástica. “Me parece que tal vez su principal legado es esta idea de una Iglesia de puertas abiertas. A la luz del Evangelio, nadie puede cerrarle la puerta a nadie”, remarcó.
También hizo hincapié en que el Papa retomó aspectos de la doctrina social de la Iglesia y les dio una interpretación más radical. “Propone formas más cooperativas de producir y convivir, y una crítica a las políticas antiinmigración”, explicó.
Finalmente, el investigador señaló que, en el contexto de un mundo que se ha desplazado hacia la derecha, las posiciones de Francisco quedaron alineadas con ideas más progresistas, aunque dentro de una tradición teológica que evita esas etiquetas.
Fuente: RTS Medios