Recibió 95 transfusiones en un año mientras atravesaba una enfermedad compleja en Buenos Aires. Junto a su padre, remarcó la importancia del compromiso solidario: “Donar sangre es donar vida”.
Durante una entrevista en RTS Noticias, Sofía Piva contó cómo atravesó una dura enfermedad y realizó todo su tratamiento en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde recibió 95 transfusiones de sangre en el lapso de un año. Acompañada por su padre, destacó el papel central que tuvo la donación voluntaria para sostener cada etapa del proceso médico.
Sofía explicó que su tratamiento incluyó quimioterapia, cirugía y radioterapia, además de múltiples transfusiones de sangre y plaquetas. “Fue larguísimo, hice quimioterapia, cirugía, rayos, un poquito de todo, y llevé muchas transfusiones”, relató, al tiempo que señaló que el hospital le informó la magnitud del acompañamiento recibido durante ese período.
En ese recorrido, también resaltó el vínculo cotidiano que se genera entre pacientes y equipos de salud durante internaciones prolongadas. “Pasás mucho tiempo con ellos y yo pasé un año más cerca con los médicos que con mis amigos”, sostuvo, y agregó que el hospital terminó siendo un espacio de pertenencia para quienes atraviesan tratamientos extensos lejos de su ciudad.
La historia de Sofía estuvo atravesada además por el acompañamiento colectivo desde Santa Fe. Contó que familiares, amigos y allegados organizaron un viaje para donar sangre en Buenos Aires y que unas 50 personas participaron de la jornada solidaria. “Iban y decían ‘lo hago por Sofi’, y yo pensaba: ¿toda esta gente por mí está donando?”, recordó.
Esa acción incluyó también un momento artístico dentro del hospital, cuando el grupo cantó en uno de los patios y generó una respuesta emotiva de pacientes y personal. Según relató, la experiencia reforzó la conciencia sobre la necesidad permanente de sangre en los centros de salud.
En ese sentido, Sofía subrayó que donar es un acto simple pero decisivo. “Uno piensa que donar sangre es algo complicado y te das cuenta de que es extremadamente simple”, afirmó, y explicó que el gesto puede marcar la diferencia para personas que atraviesan situaciones críticas.
Finalmente, dejó un mensaje directo para promover la donación voluntaria y habitual. “No duele nada y podés salvarle la vida a una persona”, dijo, y cerró con una frase que resume su experiencia: “Donar sangre es donar vida”.