“Día de la Enfermería” en nuestro país, en el año 1935 se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, quien nombró como patrona a la Virgen de los Remedios.
Valeria Elías
RTS Medios
La historia de la enfermería es muy antigua. Siempre que hubo alguien tan debilitado como para necesitar ayuda hubo enfermeros a su alrededor, independientemente si eran considerados así o no por profesión. No se sabe cuándo surgió la profesión históricamente, pero se dice que este rol viene existiendo desde la edad media, a través de figuras como las nodrizas, parteras, monjas y demás papeles similares de la sociedad.
Después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, este rol empezó a incluir también la participación masculina. Es un trabajo que ayuda al bienestar físico y emocional. Además del trabajo de los médicos, los enfermeros van más allá, porque realizan un trabajo emocional que no todos pueden hacer.
Al igual que otras disciplinas del campo de la salud, la formación en enfermería surgió fuera del espacio universitario. En sus comienzos, tenía un carácter más bien benéfico y empírico, relacionado con la necesidad de contar con su aporte frente a guerras, plagas y catástrofes. Sin embargo, en la década del ‘40 se inició en América Latina un proceso de industrialización que demandó la atención médica para proteger la mano de obra, lo que llevó a su profesionalización.
En nuestro país, las primeras universidades en incluirla fueron la Universidad Nacional del Litoral, que en 1939 creó la Escuela de Nurses y la Universidad Nacional de Tucumán, que en 1952 abrió la Escuela de Enfermería. Hoy, son 61 universidades entre públicas y privadas las que la dictan en nuestro país, siendo la séptima carrera más estudiada, con una matrícula de más de 85 mil estudiantes entre universidades públicas y privadas y un crecimiento anual del 6,5% en la cantidad de inscriptos.
La formación académica en Universidades y Escuelas Especializadas, requiere de una gran vocación de servicio para asistir a los semejantes, soportar desvelos, ver el sufrimiento de los pacientes, los enfermos, curar heridas o participar en campañas de prevención de la salud, y campañas de vacunación.
Asisten a pacientes de todas las edades, siempre presentes en hospitales estatales y privados, sanatorios, en los centros de salud, en las zonas de catástrofes, desde el norte hasta el sur, en constante servicio dentro de la comunidad.
Ana Arregui, enfermera, compartió este mensaje con nosotros, contando su historia y experiencia:
“Buenas tardes, mi nombre es Ana, soy enfermera. Me dedico a la enfermería hace 33 años. Trabajo en el hospital Cullen. Empecé trabajando en la sala de neonatología gracias a una amiga que de casualidad fui a hablar con ella, y justo necesitaban enfermeros en la sala, porque iban a implementar el trabajo de seis horas en neonatología. Entonces me llevaron, me anotaron, me tomaron una pequeña prueba para ver si sabía hacer diluciones, porque como los bebés son chiquititos en la neo. Después, a partir de ese día recibí el llamado de que me tenía que presentar, y desde hace 33 años estoy en el hospital. Fui pasando por diferentes secciones o salas del hospital, estuve en la sala de oftalmología, cuando había internación, coronaria, cirugía, traumatología. Actualmente llevo 16 años de desempeño en un consultorio externo, que es la guardia de traumatología, Ahí todos los días realmente hay una demanda importante de gente que consulta, ya sea porque tiene accidentes domésticos, accidentes de tránsito, heridos de arma de fuego, es bastante concurrido. Hace muchos años que trabajo únicamente en el turno de la mañana y hay mucha, mucha demanda. Es un trabajo muy lindo porque uno se conecta con mucha gente, ya sea con los pacientes, también tiene que tener trato con los familiares y uno va creando lazos, conozco gente que nos hemos hecho muy amigos con el transcurrir del tiempo que han sido pacientes míos. También, hice forjé relación con los padres de los pacientes, así que tengo una linda amistad con unas cuantas personas gracias a mi trabajo, a mi profesión, una profesión muy pero muy linda. El trabajo, si bien yo ya no trabajo de noche, es un trabajo bastante sacrificado y que uno trata de entregar lo mejor por el paciente que sufre, uno quiere ayudarlos en su trance. El trabajo es muy lindo y a lo mejor habría que mejorar algunas cosas que podría ser, por ejemplo, el horario de la visita, por ahí la gente es como que le queda muy incómodo, tendrían que tener más acceso a estar con el familiar que está padeciendo, que está internado, que no se puede desenvolver. porque (desde la pandemia) quedó un solo horario de visita y es en plena siesta, y por ahí es como que la gente quisiera a lo mejor acompañar más de cerca a su familiar, estar más cercano y tiene solo una hora y media únicamente para compartir. Hoy quiero mandar un saludo a todos mis colegas, que si bien es el día del enfermero, reconozco que es un trabajo que se hace en equipo, en conjunto, un trabajo que se hace con toda la gente, porque en los lugares así dependemos mucho de los camilleros, por ejemplo, que son súper necesarios, también las personas que hacen diagnóstico por imágenes, ya sea radiografía, tomografía, resonancia. Estamos todos muy entrelazados en nuestro trabajo, también dependemos del electricista, del mantenimiento, en realidad no solamente la enfermería es la que está con el paciente, los médicos además, implícitamente todo eso es muy necesario para que funcione como debe ser. Quiero mandarle un saludo a todos mis colegas en el Día del Enfermero, que lo pasen muy bien. Muchas gracias”.
Fuente: RTS Noticias