La modelo le contestó al ex representante quien la había acusado de ser “ocupa” en su edificio y de haberle “mordido la mano al que le da de comer”.

Un inesperado cruce en la actualidad es el de Ingrid Grudke y Pancho Dotto que, en realidad, es un conflicto de décadas atrás, pero que volvió a tomar relevancia cuando el ex representante tildó a la modelo de “ocupa” y la estrella de las pasarelas aseguró que, en ese momento, Dotto no le daba trabajo “porque estaba pasada de peso” y que se “estaba cagando de hambre”.
En el contexto del cumpleaños número 70 del empresario, la periodista María José Grillo realizó una extensa entrevista donde no se guardó nada y, entre tanto, apuntó: “Me encontré con una de mis modelos en la puerta de mi departamento donde se alojaban las chicas del interior. Me dijo que se iba de la agencia para trabajar con la de Ricardo Piñeiro”.
“Le dije: ‘El hombre es el único animal que le muerde la mano a quien le da de comer. Lo que te voy a pedir es que en diez días dejes el departamento en el que vivís gratis’. Dos meses después me la volví a encontrar en la puerta del edificio”, aseguró Dotto.
“¡Hacía dos meses que se había ido con la competencia, pero seguía viviendo gratis en mi departamento! Se lo reclamé y un par de semanas después Lucho Avilés anunció que iba a contar que un importante agente había agredido a una de sus modelos. Era mentira, obvio”, continuó el ex representante.
Entonces, la comunicadora consultó por el nombre de la protagonista de la historia y el entrevistado respondió: “Ingrid Grudke. Ella fue. Mi hermana Mónica se la encontró un día y esta chica le pidió perdón por haber inventado que yo le pegué. Dijo que Avilés y Piñeiro le habían dicho que inventar eso le iba a servir como prensa”.
Pero, la modelo no se quedó atrás y mientras toma clases de idioma japonés en Tokio, refutó, en conversación con Luis Bremer: “A él, lo que le molestó fue que yo me pasé de agencia y que me fue bien, porque sino, hoy no me nombraría”.
Como si fuera poco, Grudke rememoró el momento como uno de los más difíciles en su carrera: “No solamente es un mentiroso, sino que además es resentido. No me dio trabajo, me tenía relegada y alguien me seleccionó para otra agencia”.
“Cuando la agencia de Piñeiro me aceptó, en seguida me mudé a un departamento que ya tenía alquilado Ricardo ¿Cómo no le iba a morder la mano, si me estaba cagando de hambre?”, añadió la estrella de las pasarelas.
“Todas las chicas, que vivíamos en esos departamentos, teníamos que pagar alquiler, así que nadie vivió gratis ahí. Pancho no me daba trabajo porque, para él, estaba pasada de peso, ni me mandaba a los castings, sólo era un número de relleno para él en su book”, concluyó la modelo.
Fuente: Noticias Argentinas