Guillermo Tofoni: “La AFA decidió vender a la selección después de que Argentina salió campeona del mundo”

El histórico agente FIFA criticó el modelo de gestión actual del fútbol argentino y defendió la apertura al capital extranjero.

Uno de los nombres más influyentes del negocio detrás de la Selección argentina en las últimas dos décadas, Guillermo Tofoni, volvió a hacer oír su voz. El empresario que organizó más de 60 amistosos internacionales del combinado nacional cuestionó el rumbo que tomó la Asociación del Fútbol Argentino tras el Mundial de Qatar 2022 y planteó una defensa a fondo del ingreso de capitales privados como solución para modernizar el fútbol argentino.

 

“A pesar de las malas decisiones que pueda tener la AFA o algunos dirigentes, el jugador argentino es noble y va a seguir. No hay casualidades. Argentina va a seguir siendo una fábrica de contenido de jugadores”, sentenció Tofoni, quien además sostuvo que el talento sigue intacto, pero se está desaprovechando por una estructura que le da la espalda a la inversión.

 

En ese sentido, en la entrevista con Somos el Fútbol Digital, lamentó la incapacidad de los clubes para retener a sus jóvenes promesas, luego de que le pusieran como ejemplo a Juan Román Riquelme, quien fue adquirido por Boca en un paquete de diez juveniles desde Argentinos Juniors: “Hoy, un crack debuta a los 17 y a los seis meses ya está vendido. Argentinos podría estar peleando Copas Libertadores o torneos locales si tuviera espalda económica para sostener el talento que genera”.

 

Para Tofoni, el problema no es estrictamente financiero, sino cultural: “No es económico, es moral. Hay que abrirse al mercado internacional y dejar de abrazarse a los trapos de la pobreza”.

 

Desde su perspectiva, el modelo de clubes de socios tiene límites evidentes: “Los socios no tienen 5.000 dólares cada uno para hacer las veredas del estadio o construir estacionamientos. Los bancos tampoco van a dar esos préstamos. Entonces siempre son 4 o 5 de una comisión directiva los que terminan decidiendo el destino del club”.

 

En cambio, considera que el aporte de privados permitiría profesionalizar la gestión y aliviar el deterioro estructural que afecta a buena parte de las instituciones.

 

Tofoni también se refirió al abrupto cambio en la organización de los partidos amistosos de la Selección Argentina luego de la coronación en Qatar: “Después de que Argentina salió campeona del mundo, la AFA decidió vender a la Selección por una cuestión económica, no deportiva”.

 

En su experiencia, organizar partidos no se trata solo de ingresos: “Yo armaba un mix entre Mundial y Mundial, planificando amistosos con rivales de distintas fases para una preparación seria. Hoy eso se perdió”.

 

Por último, el empresario celebró el arribo del inversor norteamericano Foster Gillett a Estudiantes de La Plata, un caso emblemático dentro del debate por las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD): “El que corre el riesgo es el inversor. El club hoy tiene un activo y recursos que antes no tenía. ¿Fue buena la experiencia de Gillett? Bueno… fueron 30 millones al club, contra cero si no hubiese venido. No es fácil que alguien venga a invertir en Argentina y en el fútbol”.

 

En tiempos donde el Gobierno nacional promueve abiertamente la conversión de los clubes en empresas, las palabras de Tofoni no pasan desapercibidas. Para él, la combinación entre la “genética del jugador argentino” y el músculo financiero del capital privado puede ser la clave para que el fútbol argentino deje de resignarse a la exportación precoz y vuelva a competir al más alto nivel.

Fuente: Noticias Argentinas