José María Arnal Ponti, el dueño de Ladoble, la productora detrás de la producción, realizó una presentación ante la Justicia y allí confirmó que la magistrada sabía que se trataba de un documental.

El productor del documental “Justicia Divina”, protagonizado por Julieta Makintach en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, declaró y confirmó que la magistrada suspendida, y que presentó su renuncia, «conocía el contenido» de la producción audiovisual.
La presentación que José María Arnal Ponti, el dueño de Ladoble, la productora detrás de la producción, realizó ante la Justicia confirma que Makintach sabía que se trataba de un documental.
En su presentación Ponti remarcó que “desde nuestra primera conversación sobre el tema”, la magistrada “conocía el contenido del proyecto” y que “se encontraba absolutamente de acuerdo con su realización”.
«La juez nunca concurrió a nuestras oficinas y tampoco fue participe de reuniones donde estuviese la nombrada. La primera vez que la vi fue en la grabación del día Domingo 9 de marzo de 2025», relató.
A su vez, en el escrito destaca que el documental tenía un costo estimado de 800 mil dólares y que “la ganancia sería dividida en partes iguales» entre la productora y Juan Manuel D’Emilio, un reconocido creativo publicitario, junto con su socia.
María Lía Vidal Alemán, a quien el productor la mencionaba como «La Negra Vidal».
Con respecto a Vidal Alemán, subrayó que «era una amiga de la infancia de Makintach», según le comentó D’Emilio, al tiempo que desde el vínculo entre la mujer y Juan Manuel «se habría gestado la idea original del guion».
Ponti remarcó que «concurrió» a los Tribunales de San Isidro, en la calle Ituzaingó 340, «junto a un realizador de documentales, un camarógrafo y una maquilladora», como así también «con el señor Patricio Llados», un productor free lance que convocó para la ejecución del trabajo.
«Ingresamos al edificio junto a Makintach, quien se encontraba junto a Vidal Alemán», resaltó el hombre y agregó «fuimos a su despacho, donde se filmó una entrevista, en base a preguntas que elaboró Vidal Alemán», al tiempo que «luego de ello se efectuaron las tomas» que mostró el fiscal Patricio Ferrari el día que se votó la recusación de la magistrada: «Me refiero a las pasadas de la jueza caminando por los distintos pasillos, escaleras y entrada del edificio».
En este sentido, el productor explicó que las grabaciones se realizaron «en distintos lugares del inmueble» y opinó que «no se trataba de una actividad clandestina, desautorizada o prohibida» porque la funcionaria judicial siempre permitió el desarrollo del documental.
Ponti recordó que durante la primera audiencia del juicio que se tramitó en el TOC N°3 «solo se dirigió al edificio para grabar solamente imágenes de Makintach» e insistió: «Se trató de una tarea acordada con ella. La señora me dijo que podía asistir a la primera jornada del debate».
Al encontrarse en la sala, el hombre consignó que «se contrató al camarógrafo Jorge Ignacio Huarte», con el que concurrió a la citación del martes 11 de marzo cuando «el tumulto de gente era imponente» y «casi nadie podía ingresar» aunque «en nuestro caso pudimos hacerlo porque una mujer policía nos buscó en la vereda del edificio». La uniformada en cuestión «era la custodia de la jueza».
«A la vista de todas las personas presentes -que no eran precisamente pocas- y utilizando una cámara imposible de disimular, esconder o camuflar, el señor Huarte filmó a la jueza Makintach en el pasillo de la entrada a la sala donde se llevaría a cabo el juicio», señaló Ponti y describió que «se tomaron planos aislados» de la magistrada «sin importar el audio, ni el hilo del juicio».
Fuente: Noticias Argentinas