Luego de la baja compensación, en segundo lugar, aparece el deseo de mejorar el equilibrio entre vida familiar y profesional (48%), que ha perdido 1 punto porcentual respecto a la marca del año pasado. Estas son las dos razones principales, y existe una diferencia muy marcada con respecto a las otras razones.

El estudio profundiza en las razones para el cambio según el perfil del trabajador. Así, los resultados indican que para los perfiles profesionales, estos dos factores son iguales de importantes: por esta razón, los tratados deben abordar tanto las cuestiones financieras como también de bienestar para retener al talento en este sector. Por otro lado, los obstáculos podrían mejorar las evaluaciones que reciben por parte de los perfiles operativos y digitales si atienden las preocupaciones relacionadas con el salario.

Completan el podio de razones para dejar a un empleador: recibir una propuesta que no puedo rechazar (28%), falta de oportunidades de crecimiento profesional (27%) y perdí el interés por mi trabajo (18%).

«La pérdida de poder adquisitivo del salario por el creciente aumento del costo de vida presiona sobre las expectativas de los trabajadores, generando una mayor insatisfacción con las remuneraciones, convirtiendo a este factor en el driver más importante a la hora de un cambio de trabajo. Más allá del salario, la búsqueda de un mayor equilibrio entre vida y trabajo y las posibilidades de desarrollo de carrera se han consolidado como los principales motivos que determinan las decisiones de carrera laboral de las personas. En el último tiempo, viene ganado importancia también la pérdida de interés o la falta de desafíos a nivel laboral, siendo otra de las grandes razones para dejar a un empleador y buscar un nuevo camino”, concluyó Ávila.