Los trabajadores de salud advierten que sus ingresos quedaron muy por debajo de la inflación. También alertan por el deterioro edilicio y la falta de recursos para atender a los pacientes.
Residentes del policlínico PAMI-1 de Rosario expresaron su preocupación por el atraso salarial y las condiciones de trabajo. Aseguran que, pese a haber recibido tres aumentos en el último año, su poder adquisitivo cayó de forma significativa.
“Nuestro salario interanual, de mayo a mayo, creció un 11%, mientras que la inflación del mismo período fue del 47%”, explicó Anahí Sosa, una residente. Además, señalaron que existen diferencias salariales de entre un 35 y 40% con respecto a otras residencias de hospitales públicos.
Las críticas también apuntan a la falta de recursos en el centro de salud. “El recorte en salud se siente todos los días. Tenemos que trabajar con menos para poder brindar atención de calidad”, señaló el profesional. “Muchas veces recetamos medicación y los jubilados no pueden comprarla. Algunos ni siquiera pueden comer dos veces por día”.
La situación edilicia del policlínico también fue cuestionada. “Aunque se hicieron algunas mejoras, son muy limitadas”, afirmaron. A esto se suma la sobrecarga horaria: un residente de primer año trabaja en promedio 80 horas semanales y cobra alrededor de un millón de pesos.
“Yo estoy en cuarto año de cirugía general y cobro 1.052.000 pesos, cuando en otros hospitales públicos un residente de mi mismo año está cobrando 1.600.000”, comparó otro trabajador. Reclaman una actualización urgente de los salarios y una mejora integral en las condiciones laborales.
Fuente: RTS Medios
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